ZACATECAS. Este miércoles cientos de feligreses acudieron a los diversos templos de la iglesia católica a la imposición de ceniza, acto con el cual se da inicio a la Cuaresma, tiempo de preparación para la Semana Santa.
“Polvo eres y en polvo te convertirás” es la frase que rezan los sacerdotes al momento de marcar las frentes de los católicos con una cruz de ceniza, la cual se obtuvo de la quema de palmas y estampas de santos.
De acuerdo con la tradición católica, este rito simboliza que quien recibe la marca está dispuesto a realizar un cambio espiritual para el bienestar de sus semejantes.
El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigfredo Noriega Barceló, refirió que la “Cuaresma es el tiempo oportuno para la higiene espiritual; muchos de los males que tenemos en nuestro tiempo decimos se deben a la pérdida de valores”.
“Me atrevería a decir que esa pérdida de valores [recae en] la falta de higiene moral, espiritual, y cuando no hay higiene olemos mal, aprestamos, y hacemos que la sociedad apeste”, advirtió.
Razón por cual, explicó, el tiempo de Cuaresma debe ser de rediseño de una vida nueva: “la Cuaresma no tiene fin en sí misma: es la gran preparación para la Pascua, […] para celebrar el centro de nuestra fe”.
El obispo invitó a los feligreses a poner en práctica tres actitudes en este periodo: la primera es ir al interior de cada uno y hacer silencio en un mundo ruidoso que nos tapa los odios y el corazón.
La segunda actitud es escuchar: “hoy hay tantas ideas locas y nosotros con facilidad les hacemos más caso a éstas que a la verdad”; instruyó que, entre lo que se debe escuchar, está la palabra de Dios.
Por último, la tercera actitud es ser humildes y considerarnos “pecadores”: “entre los gritos que escuchamos en la actualidad es el de ser autosuficientes, lo que se traduce en orgullo y este, a su tiempo, se traduce en soberbia”.
Con estas tres prácticas se puede realizar una higiene en el espíritu, es decir, purificar la relación con Dios y con los demás integrantes de la sociedad, declaró Noriega Barceló.
Foto: Antonio Bernal