Fresnillo.- Una tirolesa fue la sorpresa del día, preparada por elementos del Ejército Mexicano, para recibir a cientos de niños durante el Paseo Dominical, que fue el deleite y atractivo de los pequeños, ya que emocionados aceptaron el reto de sostenerse de dos enormes cables para tirarse al vacío.
Niños, jóvenes y padres de familia asistieron las instalaciones del Batallón de Infantería 97 este domingo, para disfrutar de las sorpresas que el Ejército Mexicano preparó en el ya tradicional Paseo Dominical.
Pese al sol que ya pega fuerte, los niños aprovecharon para aprender y jugar con una muestra de los ejercicios que realizan los efectivos en su día a día.
Fidencio Márquez Reyes, coronel de Infantería, dio la bienvenida a las más de 600 personas que desde muy temprano ya recorrían todas las áreas de la zona militar en sus más de 3 kilómetros de instalaciones.
De acuerdo con el programa preparado para los visitantes, cuatro instructores del ejército dieron muestra de parte de su entrenamiento, actividad a la que invitaron a participar a los niños que se deleitaron por conocer parte de la formación.
Los pequeños subieron a los pilotes y al foso, e hicieron el salto de profundidad, además, pasearon por el zigzag y la escalera vertical, al muro alto, intentaron salto de campana, el paso de equilibrio, el salto de longitud y exploraron la alambrada baja, así como el salto múltiple, entre muchas otras actividades.
En la muestra no faltó el adiestramiento de perros que ayudan en la búsqueda de enervantes, lo que también deleitó a los asistentes por las habilidades mostradas por los canes.
No faltó la participación de las mujeres en las exhibiciones de equipo táctico y las tecnologías que utilizan para realizar sus jornadas, además de la atención médica que ofrecen en determinadas situaciones, con lo que el ejército demuestra la equidad de género con la que trabaja, además del reconocimiento que tienen y la importancia de su labor dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
También, durante este paseo, los visitantes también tuvieron la oportunidad de probar la cocina del Batallón con ricos platillos.
También se hizo énfasis en la preparación de los efectivos para afrontar cualquier tipo de desastre.
Durante la apertura se reiteró la invitación a los jóvenes para que “se animen” a pertenecer a las filas del ejército.
Los paseos dominicales, según se resaltó durante el mismo acto, son parte de un objetivo que persigue la Sedena para estrechar la unión entre las familias y también con ellos.