El juez federal Uriel Villegas Ortiz, y su esposa fueron ejecutados ayer en la ciudad de Colima al salir de su residencia.
Como juez de control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal, Villegas llevaba casos de delitos federales como narcotráfico, huachicol, delincuencia organizada y lavado de dinero.
Antes de llegar a Colima en febrero de este año, fue titular del Juzgado Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales de Jalisco.
En este Órgano jurisdiccional tuvo a su cargo uno de los cuatro procesos penales que se instruyeron en México contra Rubén Oseguera González, «El Menchito», hijo de Rubén o Nemesio Oseguera Cervantes «El Mencho», líder de un Cártel de Jalisco.
El 6 de marzo de 2018, Villegas ordenó a la Comisión Nacional de Seguridad trasladar al hijo del capo del Penal Federal de Oaxaca al de Occidente, Jalisco.
Autoridades que en aquel momento estuvieron relacionados al caso dijeron que el traslado se llevó a cabo, aunque «El Menchito» sólo estuvo una breve temporada en tierras tapatías, pues tiempo después lo llevaron al Penal Federal de Chiapas y luego al de Sonora, su última parada previo a ser extraditado.
En el proceso por delincuencia organizada, como en todos los juicios que le iniciaron por delitos cometidos en México, Oseguera fue absuelto, aunque esta sentencia al parecer no fue dictada por Villegas.
El juzgador también tuvo en sus manos el último amparo que promovió Ismael Zambada Imperial «El Mayito Gordo», hijo del capo Ismael «El Mayo» Zambada, a quien negó una suspensión definitiva contra su extradición a Estados Unidos.
El Presidente del Consejo de la Judicatura Federal, Arturo Zaldívar, anunció el doble asesinato mientras el Pleno de la Suprema Corte de Justicia realizaba su sesión ordinaria por videoconferencia.
«Pedimos a las autoridades competentes garantizar la seguridad de juezas y jueces federales y sus familias, y que se investigue y deslinden las responsabilidades», dijo Zaldívar sin dar más detalles.
Medios locales informaron que Villegas y su esposa fueron ejecutados en presencia de sus dos hijas de 3 y 7 años de edad y de una trabajadora del hogar, al salir de una residencia que apenas habían rentado en el n˙mero 346 de la calle León Felipe.
Víctor Fuentes y Abel Barajas
Agencia Reforma