Organizaciones ambientalistas criticaron la aprobación de la Ley General de Economía Circular (LGEC) y de la reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos (LGPGIR), pues consideran que no promueven la reducción de la producción ni el consumo de plásticos de un solo uso.
Ayer, 17 de noviembre, el Senado de la República aprobó el proyecto de decreto mediante el cual se expidió la LGEC. La iniciativa fue impulsada por los senadores Ricardo Monreal Ávila de Morena y Raúl Bolaños-Cacho Cué del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Su finalidad es disminuir la generación de residuos al minimizar el desperdicio de materiales y reducir el consumo de materias vírgenes a través de la reutilización, el reciclaje y el rediseño.
Greenpeace México consideró que su aprobación fue un grave error porque incentiva la producción y el consumo de plásticos de un solo uso, dado que privilegia el reciclaje y la incineración de estos residuos para convertirlos en energía, práctica conocida como termovalorización o co-procesamiento.
Bajo esta perspectiva, la producción y el consumo de plásticos pueden continuar porque es posible valorizarlos al quemarlos. Además, destacó que no soluciona el problema de raíz, pues para frenar la contaminación plástica es necesario reducir la producción y el consumo, así como avanzar hacia esquemas de reutilización, no en productos de un solo uso, apuntó la agrupación en un comunicado.
También resaltó que la termovalorización no se considera economía circular porque los residuos pierden su valor al ser incinerados. Por lo tanto, indicó, no se mantienen en los ciclos productivos.
La Alianza México Sin Plásticos (AMSP), que reúne a más de 200 organizaciones de la sociedad civil, criticó que quedaron fuera otros principios de la economía circular, como la eco-innovación, la extensión de la vida útil de los productos, la reparación, el segundo uso y la basura cero.
Hoy, el Senado aprobó una reforma a la LGPGIR con 72 votos a favor y 16 en contra. Se pensaba aprobar en la misma sesión que la LGEC, pero no fue posible debido a diferencias entre los legisladores. Algunos senadores, como Víctor Oswaldo Fuentes Solís del PAN, acusaron que representantes de la industria estaban detrás del dictamen.
Al respecto, Greenpeace México señaló que la propuesta aprobada incluye una definición de plásticos de un solo uso con varias exenciones, como por motivos de higiene o preservación de alimentos. Así, quedan fuera casi todos los productos que sí pueden reciclarse, compostarse o valorizarse.
Según la AMSP, la nueva LGPGIR no apuesta por la prevención y reducción efectivas de los plásticos, sino por el reciclaje, evita dar más responsabilidad a la industria en el manejo de los productos que produce y pone en riesgo la viabilidad de las leyes antiplásticos de distintas entidades del País.
«Lo que queremos no es reciclar más, sino no utilizar estos plásticos innecesarios, apostando por su eliminación y por tener incentivos para evitar este tipo de productos desechables mediante alternativas reutilizables», señaló Mayra Gutiérrez, coordinadora de la Alianza Desplastifícate, en un comunicado publicado en octubre.
La AMSP y Greenpeace México llamaron a la Cámara de Diputados a analizar de nuevo esta reforma para que no la prueben en su estado actual, pues significaría un retroceso en la lucha contra la contaminación plástica porque las prohibiciones a los plásticos en 29 entidades del País obligan a cumplir la LGPGIR, que ahora es menos ambiciosa.
Algunos senadores acordaron presentar una nueva iniciativa la siguiente semana para blindar a las prohibiciones estatales para que no sean afectadas por la reforma aprobada, informó Greenpeace.
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