Ante el requerimiento de la entrega-recepción de la oficina y documentación a cargo de María Guadalupe Gallegos Guerrero, quien es una de las víctimas de violencia de género y acoso laboral por parte de la coordinadora del Centro de Atención a Mujeres, perteneciente a la Secretaría de la Mujer (Semujer), este lunes se realizó dicho procedimiento en respuesta a la presión ejercida.
La abogada, quien se encuentra en incapacidad por una intervención quirúrgica en la que se le extrajo un tumor del ovario izquierdo, procedimiento quirúrgico que ha presentado complicaciones por las alteraciones y presión a la que ha estado expuesta antes, durante y después de su intervención por parte de la coordinadora y del encargado en Recursos Humanos del Centro.
“Fue una incomodidad estar allí por cómo se comportaron todos, no como seres humanos, desgraciadamente se comportaron como fieras”, comentó.
De acuerdo con las revisiones médicas a las que ha acudido la afectada, la cicatrización de la herida no es la esperada, esto ya que al ser paciente diabético, el control de esta enfermedad es primordial para una buena recuperación; “el médico tratante me pide que este tranquila, porque mis niveles de azúcar deben estar controlados para que me pueda cicatrizar, me siento mal”, expresó.
La entrega -recepción de acuerdo con palabras de Gallegos Guerrero “fue una entrega recepción que aun con mis condiciones de salud, yo creí que no se iba a llevar mucho tiempo, pero no fue así porque duró de las 12:55 a las 17:30 horas aproximadamente, que fue cuando nos hicieron favor de darnos el acta para firmarla, porque cada error que se cometía, se corregía y duraba hasta 40 horas en corregir”.
Fueron alrededor de cuatro veces que se tuvo que corregir el acta, ya que tenía errores en el número de testigos por parte de la afectada, así como la mal escritura del nombre del notario público que dio fe y legalidad a dicho proceso, puntos que fueron corregidos; sin embargo, se tuvo la negación de modificar el punto uno del acta.
Este punto dice que el proceso fue mediante una colaboración por parte de Gallegos Guerrero; sin embargo, esto no fue así ya que lo que se hizo “fue acatar un requerimiento que se había hecho a través de un oficio, el cual es un requerimiento con apercibimientos porque en el referido oficio dice que en caso de no presentarse el viernes 18 a hacer la entrega, el lunes a las 10 de la mañana abrirían la oficina y la verdad yo temía que me fueran hacer perdedizos los expedientes por fincar responsabilidades, como es costumbre de ellas”.
Sin embargo, este cambio no se quiso realizar, ya que se trataba solo de una interpretación del oficio y no lo que en verdad se solicitaba.
La actitud de la coordinadora del Centro y el personal que la acompañaba, que son la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Mujer, la coordinadora jurídica del Centro y el jefe de Recursos Humanos, tuvieron una actitud, según describió le afectó; “de unas hienas que estaban rodeadas de la puerta checando que no me fuera a robar nada, yo no acostumbro a robarme nada. Pero sí estaban allí toda la Subsecretaría de los Derechos de la Mujer, que no sé cuál sea la función por cómo me violentaron, la coordinación jurídica de la Semujer, la coordinadora del Centro y el jefe de Recursos Humanos, Verónica Cordero, quien no tiene ningún cargo e ignoro el motivo de por qué tenía tanto interés en la entrega de los expedientes”.
En la entrega de la copia de esta acta también faltó un disco con una grabación donde se tomaron fotografías del procedimiento como parte de la evidencia de la notaría pública, mismo que fue solicitado por el personal del Centro y se está a la espera de su entrega.