Familiares de las dos detenidas por su probable participación en la desaparición y la muerte de jóvenes de Francisco R. Murguía y Río Grande negaron que las mujeres estén involucradas en el caso, por lo que exigieron que fueran liberadas.
Salma, hermana de las señaladas, afirmó que las mujeres fueron obligadas a declarar culpabilidad por medio de tortura física y emocional, por lo que interpusieron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ).
Expuso que “el único delito” que cometieron las detenidas, hermanas de 34 y 18 años, fue vivir en un tercer piso del bar en La Escondida donde presuntamente ocurrieron. Detalló que provienen de una familia de escasos recursos originaria de la comunidad Estación La Colorada, Villa de Cos, donde aseguró son conocidas.
“La fiscalía necesita dar resultados, pero no a fuerza de detener a personas inocentes y los hagan pasar como delincuentes”, criticó, al acusar que su familia ha sido afectada. “Por ningún motivo, ninguna de las dos participó en los hechos lamentables por los que ahora se encuentran detenidas”, recalcó.
Responsabilizó a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), encabezada por Francisco Murillo Ruiseco, de lo que pudiera pasarles a sus hermanas o algún otro familiar. “Que se haga justicia para todos los involucrados en este lamentable hecho; que se haga justicia, no injusticia”, enfatizo.
La tarde de este viernes, en conferencia en Plaza de Armas, Salma informó que su hermana mayor le notificó vía telefónica que había sido torturada, que la lastimaron cuando fue esposada, además de agredirla verbalmente. En el caso de la de 18, relató que estaba dormida cuando elementos de seguridad la despertaron, la obligaron a hincarse y la llevaron a un cuarto donde la obligaron a firmar un documento.
La menor habría sufrido un ataque, “por lo que se durmió y ya no supo nada”, mientras era llevada en ambulancia. La denunciante afirmó que su hermana es estudiante y que, aunque estudia en Mazapil, tenía una semana de haber venido de visita con la mayor, ya que al tener clases en línea se le facilitaba el apoyo que le daba.
Expuso que la joven de 18 años fue detenida por elementos de la Policía Ministerial el miércoles por la madrugada, cuando ella dormía en el lugar donde estudia, es decir, en el edificio de tres pisos donde su hermana mayor renta y en el que dijo no permanecen todo el tiempo.
“Fue detenida por el simple hecho de estar durmiendo donde recibe sus clases en línea”, mientras que la de 34 años fue llamada a la fiscalía para recoger el vehículo de su propiedad que personal se llevó antes como parte de la investigación. Después de identificarse, precisó, la detuvieron.
De esta última, aseguró Salma, hay pruebas suficientes de que no estuvo en la ciudad ni el sábado ni el domingo, sólo la de 18, quien es estudiante de ingeniería en Minas, de la que lamentó: “en qué cabeza cabe que va a cometer un delito, cómo va a cometer tremenda atrocidad”.
Salma cuestionó que la fiscalía base sus acusaciones sólo porque su hermana vive en un departamento de tercer piso, donde se ubica el bar donde ocurrieron los hechos, “y ahora las implican en un delito que no cometieron”, por ello, pidió piedad para que liberen a sus hermanas, tras reiterar que “son inocentes”.
Asimismo, negó que conozcan a los hombres que, según los retratos hablados, están implicados en el caso. Respecto de la queja interpuesta ante derechos humanos, Salma aseguró que su hermana le informó vía telefónica que fue torturada, por lo que solicitaron que se investigue y protección.
Además, dijo que su papá tiene un padecimiento de salud y con esta noticia está más enfermo. “No es justo; que hagan justicia, porque también quiero que le hagan justicia a los jóvenes, que no vayan sobre gente inocente, que no se vayan con los primeros que encuentren y que las dejen salir (a sus hermanas)”, afirmó.