En los servicios de salud del estado siguen las quejas de los usuarios por la falta de insumos y las fallas en los equipos para efectuar estudios de diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Norma Castorena Berrelleza, secretaria general de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa), declaró que los delegados de los centros médicos reportaron en reiteradas ocasiones desperfectos en aparatos y carencias de herramientas de trabajo, material de curación y fármacos.
Representantes del sindicato realizan constantes visitas al almacén estatal, “donde aparentemente están los medicamentos, pero hay como un problema de distribución; la comunicación entre almacenes centrales y las unidades no es del todo asertiva”.
Castorena Berrelleza agregó que “en los centros de salud tenemos faltantes importantes” y que, en caso de los equipos, se tienen reportes acerca de que el problema persiste y que las maquinarias están descompuestas y sin mantenimiento.
Afirmó que el informe es general. Además, alertó de que en distintas unidades persiste la escasez de medicamentos para tratamientos de enfermedades crónico-degenerativas y otros muy básicos, como dexametasona, o analgésicos, como midazolam.
La líder sindical explicó que se han enviado los oficios correspondientes para pedir solución y que hubo acercamiento con Leticia Quiroz Alonso, directora administrativa de la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ), quien informó que las compras se realizan en apego a los procedimientos de licitación.
A propósito de la federalización de estos servicios anunciada la semana pasada, el viernes, el titular de la SSZ, Uswaldo Pinedo Barrios, aseguró que la distribución de medicamentos está “casi a 90 por ciento”, aunque reconoció que están “un poquitín atorados en el surtimiento del almacén a centros y hospitales”.
Añadió que muchos de los aparatos y los instrumentos se encontraron “destrozados”. Ejemplificó con el acelerador lineal de la Uneme de oncología, que descompone constantemente; que en Calera no funcionaban los rayos X y reconoció que “son muchas unidades” con situaciones similares.
Sin embargo, en este momento los problemas se mantienen y “no hemos podido encontrar qué es lo que pasa”, declaró Norma Castorena. Advirtió que en el sector salud “se trabaja con vidas: si tú no tienes medicamentos o insumos, envías al paciente a que compre uno”.
“Hay quienes pueden y quienes no. Entonces se nos revierten las cosas y hay pacientes que se molestan y maltratan a los trabajadores, quienes han recibido agresiones”, lamentó. En ese sentido, defendió que el personal hace “todo lo humanamente posible para tener una atención correcta, por ello la preocupación en el tema”.
“No hay cupo” en el HGZ
La impotencia, la desesperación y el cansancio enrojecieron los ojos de una mujer mayor que desde las 7 de la mañana esperaba que le realizaran una diálisis a su hijo en el Hospital General de Zacatecas (HGZ). Desplazada por la violencia y sin recursos, ésta se sumó a las desgracias que lamenta ha pasado en días recientes.
La única respuesta que obtuvo durante más de ocho horas fue que “no había cupo”. En la sala de espera, un hombre ciego de 33 años también aguardaba para escuchar alguna buena noticia de la voz de su madre, quien lo había dejado solo durante horas mientras buscaba a alguien dentro del hospital que pudiera ayudarlo.
El hambre provocada por las horas de ayuno que se necesitan para el procedimiento y el dolor de su enfermedad renal se sumaban a la incertidumbre de saber dónde se encontraba su mamá y si encontrarían a quien finalmente pudiera socorrerlos, tras largas horas perdidas.
“No, m’hija. Ya no tenemos cuartos”, le dijo a la señora una de las encargadas de la seguridad del Área de Gobierno del Hospital General, quien no sabía si regresar con su hijo o esperar hasta que algún responsable finalmente hablara con ella.
El dolor de la madre reflejado en su mirada conmovía a quienes platicaba lo agotadora de la jornada, que agravaba una mala racha. No fue hace mucho cuando abandonó su comunidad de origen por la violencia, para habitar en una casa lejos de su esposo, con su hijo enfermo y pocos recursos.
La mujer sobrellevaba el cansancio, el hambre y la frustración provocada por la insensibilidad del personal que, tras ocho horas de pedir su ayuda, no la otorgó. No solo fue ella quien padeció la larga jornada en el HGZ y en la espera era difícil contar el número de quienes buscaban atención, para recibir de respuesta: “no hay cupo”.
Ante el reporte de este lunes sobre la saturación en el HGZ, NTR solicitó una entrevista con autoridades de la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ), que no contestó.
Estudios, solo “con suerte”
Yolanda Hernández, de 72 años, ha tenido problemas para la atención de su salud desde hace dos años que inició la pandemia por COVID-19, pues le han cancelado citas médicas y estudios, como resonancia magnética.
De acuerdo con un diagnóstico que debió obtener en servicios probados, la mujer padece cinco hernias de disco. Al acudir con un traumatólogo del Hospital General de Zacatecas (HGZ), se le informó que para confirmar el padecimiento era necesaria una resonancia magnética, orden que fue recibida en enero de este año.
Hasta la fecha no se ha podido realizar el estudio porque la máquina se encuentra descompuesta. El personal de Radiología le informó que el 29 de marzo podría acudir, “esperando correr con suerte”, y así poder presentar los resultados en su cita con el especialista, el 4 de abril.
“La preocupación está latente, debido a que la máquina tiene descomposturas constantes, amén de que el personal no informa debidamente sobre la situación, generando vueltas constantes hasta el Hospital General, ya que por teléfono la atención es muy deficiente”.