ZACATECAS. El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, expuso su solidaridad con las familias de los policías asesinados en los últimos días, «ya que estas muertes no se tratan de un número más y pueden significar muchísima cabida, les mando un abrazo solidario y en lo que podamos servir como iglesia”.
Calificó estos hechos como “muy lamentables, quisiéramos tener una solución mágica que no existe”, al tiempo que exhortó a la sociedad a no perder la capacidad de indignación.
«Cualquier muerte es indignante, pero más de un servidor público que no solamente es un individuo, sino que representa de alguna manera a un estado y nos representa como sociedad, por que oficialmente se supone que son personas que están a nuestro cuidado”.