La Secretaría de Seguridad de la capital descubrió que muchos de los robos que se reportaban en comercios o de autopartes eran cometidos por jóvenes universitarios que buscaban los recursos que les permitieran continuar sus estudios.
Gustavo Serrano Osornio, titular de la corporación, informó que este fenómeno se pudo observar cuando realizaban sus detenciones desde el repunte de la pandemia provocada por la COVID-19.
“Parte de los detenidos eran jóvenes universitarios que necesitaban pagar sus estudios, pero que sabíamos que habían perdido su empleo por la pandemia”, explicó el secretario de seguridad de la capital.
Detalló que lo anterior llamó la atención de la Secretaría de Seguridad Pública de la capital y “activó las alertas” entre las autoridades, ya que comúnmente los jóvenes son más proclives a faltas administrativas y no a delitos como tales.
Por lo anterior, aseguró que se establecieron estrategias junto con comerciantes y empresarios, en coordinación con otras áreas del ayuntamiento para darle solución a este problema, con lo que se pudiera disminuir la incidencia delictiva por parte de estos jóvenes.
“Básicamente (la solución es) abrirles tasas de empleo; por ahí hay una parte del municipio que está realizando un programa donde están empleando a jóvenes de todas las edades en Zacatecas y eso nos ha ayudado mucho a disminuir y combatir el delito, sobre todo en esta edad”, comentó Serrano Osornio.
Reconoció que la motivación de estos jóvenes, la mayoría de ellos originarios de la capital y algunos otros provenientes de otros municipios, para en incurrir en estos delitos fue “la necesidad de subsistir; no tenían empleo, sus papás no tenían empleo, y ellos tenían que seguir estudiando”.
Explicó que entre las faltas administrativas en las que más participan los jóvenes son el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, manejar en estado de ebriedad o riñas; sin embargo, reconoció que la mayoría de estos dejan de incurrir tras hacerles el llamado de atención.
Por lo anterior, este sector poblacional únicamente representa 20 por ciento de las detenciones que realiza la corporación, sobre todo los fines de semana, cuando son los adultos los que más renuentes a acatar las indicaciones de las autoridades.
“Una de las partes que nosotros hemos manejado es tener proximidad con los ciudadanos; llegamos, les hacemos el llamado de atención, si ellos lo atienden, los retiramos… los jóvenes regularmente entienden: se les llama la atención y se retiran; los que no entienden son los adultos, que se ponen un poquito más agresivos y se tienen que cumplimentar las sanciones”, explicó.