ZACATECAS. A cuatro días del asesinato de Caleb, niño de tres años, en un templo de Fresnillo, Adolfo Marín Marín, secretario de Seguridad Pública, afirmó que “no es que sea alarmante, es una invitación, una llamada de atención, una advertencia que hacen los delincuentes”.
Reiteró, de manera enfática: “es una advertencia que estos grupos delictivos hacen a la comunidad”.
Agregó que las medidas preventivas que habrán de tomar consisten en observar la evolución que presenta el estado en materia de violencia “y con base en eso redireccionamos, reorientamos las estrategias para que de alguna manera podamos solventar esta situación”.