CALERA DE VÍCTOR ROSALES. Debido a los casos de violencia de los que son víctimas los taxistas del municipio, los pocos que aún circulan limitaron sus servicios a pasajeros ya conocidos que solicitan sus viajes vía telefónica y únicamente durante el día.
Lo anterior, con el fin de evitar exponerse a situaciones de riesgo, ante el clima de inseguridad que existe en el municipio desde hace algunos años.
Así lo informó el presidente municipal, Ángel Gerardo Hernández Vázquez, quien reconoció la afectación que la violencia tiene para este sector, en el que de 12 a 15 unidades que circulaban aproximadamente, ya solo lo hacen tres o cuatro, “cuando mucho”.
“Yo he hablado con los que todavía tienen sus unidades de facilitarles tecnología”, recordó el presidente municipal, quien aseguró ofrecerles sistemas de localización, así como de radiocomunicación para mantener un seguimiento constante de sus recorridos. “Yo les he dicho a los taxistas actuales que, si está en nuestras manos, pues vamos a apoyarlos”.
“No es sencillo subirse al volante y subir a una persona que no sabemos quién es ni a hasta dónde nos puede llevar”, comentó Hernández Vázquez, apenas un día antes de que el operador de un taxi proveniente de Calera fuese asesinado en Guadalupe, el mediodía de este viernes.
Este caso se suma a la desaparición de otros tres operadores de taxi originarios de dicha demarcación y cuyas unidades fueron halladas calcinadas en Río Frío, en un caso que puso al municipio en el foco nacional a inicios de este año.
Sobre éste último, Hernández Vázquez informó que ya hubo cinco personas detenidas a raíz de las investigaciones del caso; sin embargo, dijo no saber si algunos de estos fueron ya procesados por su responsabilidad en la desaparición de los taxistas, de quienes aún se desconoce el paradero.
Comentó que el ayuntamiento brinda facilidades a una de las familias de los taxistas desaparecidos para compra de combustible, así como asesorías para acudir a las instancias correspondientes “para poder tratar de saber qué es lo que sucedió y hasta dónde fueron las últimas consecuencias”.
“Obviamente no somos nosotros quienes vamos a decidir porqué se los llevaron, pero sí es gente de aquí de Calera, padres de familia, esposos, que se dedicaban simple y sencillamente a trabajar y que hasta la fecha no hemos podido saber de ellos”, lamentó.