Al denunciar graves irregularidades al interior de la Casa Hogar para Jóvenes, la diputada priista, Gabriela Basurto, urgió que el estado debe ser protector, no agresor, tras lamentar que 37 menores, siete de ellos discapacitados, están en la ignominia. “El DIF no puede ser ciego”, se apuntó.
Desde la tribuna Legislativa, Gabriela Basurto puntualizó que esos menores no cuentan con ropa y los insumos necesarios, así es que se sienten excluidos, que no son escuchados por nadie. Sólo cuentan con un psicólogo, no hay doctor para su atención, así es que se debe dar una atención interinstitucional, urgió.
De ahí que convocó a todas las autoridades e instituciones que forman parte del sistema de protección de niñas, niños y adolescentes, para realizar una verificación profunda, respecto de las condiciones en las que viven en la Casa Hogar.
Exhortó a realizar una verificación en la casa hogar, ya que se han denunciado situaciones graves, serias irregularidades. Una inspección profunda, ya que el estado debe ser un ente protector no agresor.
Apuntó que los propios familiares solicitaron una inspección, sobre denuncias graves, ya que se atenta contra el desarrollo social. “Tenemos la obligación de procurar que estén bien. Hay inconsistencias y mucho maltrato, todo lo contrario al espíritu para lo que fueron creados”.
Sostuvo que ya bastantes dificultades tenían al llegar ahí, así es que el DIF debe proporcionar un informe detallado sobre protocolos de atención, manuales y verificación.
Insistió en la verificación porque “si hay tantas denuncias es que algo hay. No es tema político, ya basta que se argumente; no es denuncia, es solicitar una verificación”. Es obligación no revictimizarlos; sí tienen padres, pero con una situación de violencia, adujo.
Fernanda Miranda, del Verde Ecologista indicó que padecen de sufrimiento y se requiere de personal capacitado. A lo que Xerardo Ramírez, del PT señaló que es corresponsable el DIF; el director habrá de escuchar con sensibilidad el tema porque hay agresión en contra de los adolescentes y no puede quedar impune. El DIF no puede ser ciego, son jóvenes que ya han sido agredidos y ahora también, pero nadie puede ser víctima de nadie.