Ante el aumento de casos de abuso sexual en contra de niñas y niños en instituciones educativas, la psicóloga Eunice Méndez Romero aseguró que “las instituciones han fallado”, desde las escuelas hasta las familias, por los altos números que se reportan a nivel nacional.
La también educadora para la paz y los derechos humanos resaltó que a nivel mundial México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil, donde en los últimos cinco años han aumento los casos a 87 por ciento en niñas, niños y adolescentes.
Zacatecas, resaltó, no es un caso aislado ante los reportes registrados en instituciones educativas de Villas de Guadalupe, Sauceda de la Borda, Vetagrande, así como en la capital, Ojocaliente, y Jerez, donde, enfatizó, no sólo dañan al niño, niña o adolescente en privado, sino que “genera en realidad un problema social”.
“Esto debe de alertar a todas nuestras autoridades educativas, en la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), a nuestros gobiernos y nuestras instituciones de cuidado a la infancia y la adolescencia, sin embargo, no está pasando esto”, enfatizó.
En este sentido, argumentó la necesidad de “generar cambios” para que las cifras dejen de aumentar, “debemos aprender a prevenir estas formas tan delicadas de violencia, porque la sexual, de acuerdo a la ley, es toda acción con la cual se induce o se impone la realización de prácticas sexuales no deseadas, respecto de las cuales se tiene la imposibilidad para consentir; estas acciones pueden involucrar violencia física, psicológica…”
Por ello expuso que es importante la educación sexual para madres, padres, docentes, niños, niñas y adolescentes en cada una de las etapas, para que con ello se pueda distinguir la agresión y actuar en consecuencia, pues reconoció que en la mayoría de las veces los agresores son personas cercanas a las familias.
“Ocho de cada 10 víctimas atacadas en materia de violencia sexual es por parte del círculo más cercano a la familia, y cuando estos perpetradores son descubiertos, este sistema patriarcal le da la espalda a las víctimas y respaldan al agresor”, lamentó.
Alerta a cambios
Por lo anterior, llamó a la comunidad escolar a estar alerta a las medidas de prevención, detección y atención de este tipo de problemas, los cuales “van a lastimar la sexualidad y el desarrollo de nuestras hijas e hijos”.
Destacó que si como madres o padres de familia se detectan cambios en el comportamiento de los infantes o adolescentes “tenemos que tener las antenas paradas” para detectar no solo señales físicas, sino también emocionales.
“Si como madres empezamos a ver cambios, tenemos que tener las antenas paradas, si nuestro hijo o hija ya iba al baño sin dificultad, pero de un tiempo para acá empieza a retener las heces fecales o a tener problemas de esfínteres con la pipí, popó, es una señal de alerta sobre todo en primaria y kínder”.
Reparación para víctimas
Eunice Méndez Romero destacó también la importancia de la reparación del daño, no solo a las víctimas directas, sino de manera colectiva como comunidades escolares, “que se den esas medidas que aseguren que no va a volver a repetirse en las aulas de escuelas”.
Enfatizó que la Secretaría de Educación de Zacatecas (SEZ) tiene recomendaciones por la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDHEZ) por agresiones sexuales, las cuales, argumentó, tienen que tomarse para erradicar este tipo de actos.