CONCEPCIÓN DEL ORO. La crisis por la falta de agua en este municipio se agudizó al punto de que el tandeo se extendió de 14 hasta 25 días. Sin lluvias, con infraestructura obsoleta y pocos recursos, autoridades y habitantes coinciden en que el problema que enfrentan es incluso más grave que en Monterrey, Nuevo León.
Esto no sólo ha impactado en las actividades diarias en Concepción del Oro, donde deben ingeniárselas para sobrevivir con el poco líquido al que pueden acceder, sino también en las finanzas tanto del Municipio como de los pobladores, que pagan hasta 350 pesos para abastecerse con quienes venden el recurso.
En cuanto al ayuntamiento, el alcalde José Luis Martínez López reveló que distribuir el agua en pipas, una medida implementada ante la urgencia, cuesta 5 mil pesos por día al gobierno municipal, pues los vehículos deben ir y venir de los pozos, a 17 kilómetros de distancia, y gastan 200 litros de diésel en estos recorridos.
Pero las fuentes de agua se secan. Los niveles han bajado de manera tan drástica que las bombas se dañan, como ocurrió hace semanas en uno de los pozos, en El Mezquital, y estas reparaciones también consumen dinero. “No hay otra opción, tenemos que aguantar”, advirtió José Luis Martínez.
Además, el sistema de agua –que data de 1987– ya no cumple las necesidades, sin embargo, nunca ha sido intervenido, por lo que hay zonas donde se complica más el abasto. En la cabecera municipal, entre las colonias afectadas están La Estrella, Bellavista, Cabrestante, La Obrera, El Bracero, 16 de Septiembre… “en sí, todas”.
Martínez López recordó que el problema es añejo en Concepción del Oro, pero reconoció que durante los meses recientes se agravó por la sequía. Expuso que un proyecto integral para la renovación de la red costaría más de 100 millones de pesos y, aunque se ha gestionado, no hay avances.
“Al final de cuentas, nadie le ha puesto atención al sistema de agua potable”, lamentó el alcalde. Agregó que el fondo de infraestructura con el que cuenta el Municipio es de 9 millones de pesos y solo la perforación para un pozo requeriría hasta 7 millones.
Ante este conflicto, el ayuntamiento se ha enfocado en acciones como recorridos para detectar y reparar fugas; rescatar pozos abandonados, como el que recientemente se encontró en la comunidad Anáhuac, y cazar tomas clandestinas, como la que daba una alberca de un ex funcionario que vendía el agua a la minera Aranzazú.
No obstante los reclamos ciudadanos, las peticiones de apoyo y la presentación de proyectos en busca de garantizar el servicio, a esta demarcación de la zona norte del estado no ha llegado respuesta del gobierno de México ni del de Zacatecas.
“No hay dinero que alcance”
Las quejas de los habitantes por la carencia de agua no cesan. Hay colonias de la cabecera de Concepción del Oro en las que sólo ha caído dos veces en los primeros seis meses del año y donde reprochan que el desabasto es tal que en ocasiones ni las pipas son suficientes.
Así lo afirmaron vecinos de La Obrera, Moctezuma, Bellavista, Cabrestante y Morelos, entre otras colonias. Daniel, de Morelos, precisó que la constante es quedarse hasta un mes sin el servicio, por lo que deben recurrir a la presidencia para solicitar apoyo.
Rosa, de Cabrestante, recordó que hasta finales del año pasado el agua llegaba de manera regular, una vez a la semana. “Ahora tarda hasta un mes y tenemos que comprar garrafón para lavar trastes, pero no hay dinero que alcance. […] Estamos afectados todos y el tambo que se compra vale 250 pesos”.
La mujer recalcó que todo el municipio se encuentra en la misma situación. Armando, de la misma zona, especificó que ese monto pagan en promedio para un tinaco de mil 100 litros, sin embargo, coincidió: “no hay dinero que alcance, porque el agua llega cada tres o cuatro semanas”.
“Es un descontrol porque, si ninguna de estas colonias tiene agua, acá tampoco llega; ahora lo que tenemos que hacer para llenar el Rotoplas sale muy caro, ahora tenemos que reciclar el agua para ahorrar lo más posible”, declaró Yadira, de la calle Madrid.
En la colonia Obrera, el tandeo tarda hasta mes y medio y sus habitantes carecen de dinero para comprar pipas, lamentó Elvira. “Ni con los dos aljibes que tenemos es suficiente; también reciclamos y tratamos que el agua nos dure hasta 15 días, pero ahora como nos la echan cada mes, si bien nos va, pues no ajuntamos”.
El desabasto era constante en algunas colonias, explicó Lorena, no obstante, “ya es en toda la cabecera, por eso preocupa, porque ya les falta en todos lados”. Al advertir que no hay fecha para una verdadera solución, reconoció que el gobierno municipal ayuda con pipas, “pero no puede ser que estemos así siempre”.