RÍO GRANDE. Con una emotiva misa de acción de gracias y una conmovedora visita al panteón para recordar a los elementos fallecidos en el cumplimiento de su deber, como Eduardo El Sitio Gámez, este domingo, tanto activos como voluntarios de la Dirección Municipal de Protección Civil (PC) y Bomberos celebraron su día.
Los elementos en activo y quienes colaboran con la corporación de manera voluntaria, recibieron en el sermón del sacerdote en misa de domingo, el reconocimiento a la labor que realizan día con día en beneficio de una sociedad que tiene “la necesidad de ustedes”.
El párroco enfatizó que, como Dios llamó al servicio, los elementos se esfuerzan con su labor por entrar por la puerta angosta, la de la entrega, la generosidad y la relación estrecha con Dios, y que se demuestra al estar de tiempo completo, disponibles para atender esa necesidad del ser humano por recibir ayuda.
Posteriormente se dirigieron al panteón municipal y visitaron la tumba de El Sitio Gámez, quien fuera miembro voluntario, a quienes hicieron un reconocimiento post mortem; algunos compañeros recordaron parte de su paso por la unidad de protección civil y una de las jóvenes expresó lo doloroso que fue atender el servicio en el que el joven perdió la vida.
Además, acompañados de sus familias hicieron un pase de lista de los activos como Mario Alberto Reyes, Adriana Pizarro, Karina González, Marijose Castañeda, Dennise Adame, Alma Zúñiga, Rubén Martínez y Marco Antonio Piedra entre otros.
Asimismo, a los voluntarios Miguel Ángel Castañeda Gómez, Manuel Aranda, Jared Galván, José Luis Anaya, Omar Alejandro Aguilar, Felipe de Jesús Gómez, Manuel de Jesús Zúñiga, Emmanuel Villagrana, Guillermo Velázquez y Diego Rivera. Por último, fue nombrado Eduardo El Sitio Gámez, por quien todos gritaron un fuerte, ¡presente!
En un breve mensaje, Alejandro Salas, titular de la corporación sólo agradeció a los elementos que, sin recibir nada a cambio dan todo, por lo que aplaudió por dar su mayor esfuerzo, en tanto, el titular de Seguridad Pública celebró la gran convicción de todos en la corporación por servir al prójimo.
De manera especial, uno de los elementos dio lectura a una carta dirigida a la madre de un bombero, a quien, en palabras por demás emotivas, solicitaba a la madre y a toda la familia comprender su labor, esperar porque todo saliera bien cuando ellos acudieran a apagar el fuego, a salvar una vida y también pedía perdón por faltar a las reuniones familiares y por darle mil y una preocupaciones a los suyos por arriesgar su trabajo, en un afán de entregar su vida por la gente a la que sirven.