BALTISTÁN. El alpinista Erix Asdrubal volvió a realizar una hazaña de altura mundial luego de conquistar la montaña K2, ubicada en la cordillera del Karakórum, en la frontera de Pakistán y China, considerada como “la montaña asesina”.
El riograndense relató a través de sus redes sociales cómo fue su travesía en la que tuvo que superar 10 horas de oscura y fría noche para finalmente llegar a la cima de los 8 mil 611 metros de altura y holgar con orgullo la bandera de México y su letrero de Río Grande.
Asdrubal asimiló que pudo haber perdido la vida luego de atravesar un imponente serac, quien lo describió como un gran trozo de hielo glacial que sentía que lo miraba durante su recorrido.
“Aguardaba ahí como si fuera un guardián de la montaña, parecía que nos miraba mientras caminábamos a sus pies, caminamos debajo de él cerca de 3 horas, pedí a dios que no se fuera a colapsar, que no corriéramos con la misma mala suerte que otros alpinistas”.
El cansancio, la altura y el frío se apoderaron del cuerpo de Erix, quien sintió que no podía más en la recta final del recorrido, ocasionándole el miedo de poder tropezar y caer en la montaña.
“Sentía preocupación y al mismo tiempo la advertencia de no entender los mensaje de mi cuerpo ante tanto desgaste físico y no tener más energías para descender y de un momento colapsar del cansancio”.
El alpinista finalmente pudo superar cada adversidad para después de 10 horas de recorrido llegar a la cima de la segunda montaña más grande del mundo, en la que pudo contemplar la inmensidad del plante ante sus pies durante 20 minutos, donde portó con orgullo la bandera de México y su letrero con la leyenda de “Río Grande, Zacatecas”.