El alza en el precio de la luz, del agua, del gas y del maíz ha ocasionado que la tortilla cueste más cara.
Para productores como José Guadalupe Parra, los altos costos en los insumos y los servicios para producir la masa y la tortilla los han obligado a subir en dos ocasiones el precio de este alimento.
Guadalupe Parra expuso que, para evitar perder clientes, sus precios no se han modificado tanto como en otras tortillerías, pues mantienen el kilo a 19 pesos y 20 en papel.
“Preferimos perderle un poco a la ganancia que subir el precio más, porque la gente nos reprocha el costo, no quieren pagar más por las tortillas”, aseguró.
Este año el precio del bulto de maíz pasó de 240 pesos a 400 pesos, lo que es la principal razón para elevar el costo de la tortilla.
En los últimos tres años, la tonelada de maíz pasó de 4 mil hasta 14 mil pesos, lo que ha generado un alza en la producción de los productos derivados de este grano, explicó José Parra.
Otro de los factores que modifican el precio es el alza en la tarifa de electricidad, ya que anteriormente pagaban 3 mil pesos por mes y ahora el recibo llega por montos superiores a los 6 mil 500 pesos.
En enero de 2022 el precio de la tortilla era de 15 pesos sin papel y para agosto subió a 19; durante el primer semestre del presente año se han tenido dos incrementos escalonados en el precio de este producto de maíz.
En el estado, el costo de este alimento oscila desde los 19 hasta los 23 pesos en diferentes regiones. En la zona conurbada el más alto es de 21 pesos.
Asimismo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza recorridos de vigilancia de los precios de este alimento, en sus visitas a los expendios, y verifican que las pesas estén bien calibradas.