GUADALUPE. Lorena Salazar Frías cumplió su meta de ser maestra y se convirtió en la única docente sordomuda en dar clases en el sistema educativo en el estado.
Su discapacidad no le impide trasmitir el conocimiento a sus estudiantes de segundo grado de la escuela primaria Emiliano Zapata en Guadalupe, con quien ha visto grandes avances en corto tiempo.
Lorena es una mujer de 42 años, originaria de Nochistlán, y quien desde su nacimiento no pudo escuchar ni hablar; sin embargo, ella siempre tuvo el sueño de ser maestra.
Camino difícil
Lorena explicó que en su familia hay al menos 15 personas que al nacer tuvieron esa condición física que les impedía escuchar y leer, por lo que comentó que desde pequeña le cerraron las puertas en varias instituciones educativas.
Mencionó que en su juventud aprendió el lenguaje de señas y eso fue lo que le permitió estudiar los diferentes grados académicos; sin embargo, cuando quiso ingresar a la escuela Normal Manuel Ávila Camacho a estudiar la Licenciatura de Educación Especial no la admitieron por su edad.
Ella acudió a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) para solicitar la intervención a fin de ingresar a la escuela formadora de docentes y, pese a que la comisión admitió su queja, la misma no procedió.
Sin embargo, ella encontró la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) 321, con sede en Guadalupe, donde la recibieron y apoyaron con un intérprete a fin de que en junio de 2017 se graduara de la Licenciatura en Intervención Educativa.
Hace historia
Salazar Frías comentó que actualmente es la única docente sordomuda en todo el estado y la segunda con esta condición que pertenece al sistema educativo.
Recordó que una de sus amigas, Mayra, que se comunicaba mediante señas, fue docente en Educación Especial para la Secretaría de Educación de Zacatecas (SEZ).
Ella explicó que una de las cosas que le permitió estar frente a un grupo fue el obtener un buen puntaje en el examen de ingreso al servicio profesional docente.
Método didáctico
El grupo que atiende Lorena es el de segundo grado que está conformado por 20 alumnos y en un principio los padres de familias estaban en desacuerdo que ella les enseñara; sin embargo, al ver su trabajo, reconocen el progreso educativo de los alumnos.
Alma es madre de familia de uno de los alumnos y ella mencionó que “mi hija no sabía leer cuando entró a segundo y ahora en la casa se pone a leer”.
Otra de las mamás explicó que por medio de redes sociales ellos se comunican con la maestra y que de esta manera también conocen de la tarea de los niños.
Trabajo colaborativo
Lorena dijo que como maestra ella se apoya de varios niños que saben leer para cumplir todas las funciones didácticas, una de estas tareas fue conducir la ceremonia de honores a la bandera en el patio central de la escuela.
Ella le dio el programa a una alumna de su salón, quien condujo el evento, también se apoya de otros estudiantes para pasar lista o explicar temas a la clase.
Destacó que busca un trabajo colaborativo en el aula donde todos se apoyen para obtener nuevos conocimientos.
También comentó que se apoya de una herramienta digital, en la que la voz de los alumnos la convierte en texto para conocer las inquietudes de sus estudiantes y de esa manera darles respuesta.
Su método didáctico se basa en clases visuales, con textos en el pizarrón y videos explicativos que ayuden a los niños para adquirir los aprendizajes deseados a su edad.
Pide ayuda
Aunque el dar clases con los niños es algo que disfruta y a lo que se adapta, aún tiene el reto de comunicarse más asertivamente con los padres de familia y con los maestros de su colectivo.
Mencionó que ella requiere de un intérprete que la auxilie para comunicarse con los papás y mencionarles cuáles son los incidentes y otras situaciones del día en el salón de clase.
Además, requiere de ayuda en otras dinámicas de reuniones con los docentes a fin de conocer los temas y participar más activamente en la sesiones de capacitación.
Reconoció que hasta el momento no le han dado respuesta favorable a su solicitud de un intérprete que llegue para ayudarla.
Apoyar a otros
Desde febrero de 2011 ella constituyó una fundación para apoyar a niños sordos y padres de los niños para aprender lenguaje de señas y que los infantes tengan oportunidades de continuar con su desarrollo educativo.
Su labor la lleva a cabo de manera altruista sin cobrar por su servicio todos los sábados en un salón que le prestan en la UPN 321.
Ella desea que más niños y padres logren cumplir sus sueños, pero sobre todo que se comuniquen y que este lenguaje sea una vía que les permita enderece y amarse.
Cambios en la ley
“Con un grupo de amigos estamos preparando una modificaciones a la Ley de Inclusión del Estado de Zacatecas”, comentó mediante un intérprete Salazar Frías.
Aseguró que hacen falta muchas adecuaciones legales a fin de que en el sistema educativo se les brinde apoyo a todos los infantes que tengan alguna discapacidad.
FOTO: JUAN ORTEGA