Las vacaciones de invierno, la inseguridad y las pocas atracciones turísticas son los factores que inciden en la baja ocupación hotelera en el municipio; durante diciembre los hoteles se quedan sin huéspedes debido a estas causas.
Los hoteles de Fresnillo dependen de los negocios, principalmente de la industria minera, que ocupa 70 por ciento del total de espacios en los hoteles del territorio, según precisó Raúl Muñoz del Cojo, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles del Estado.
Durante diciembre el turismo sube debido a la llegada de los paisanos y las peregrinaciones al Templo del Santo Niño de Atocha; sin embargo, esto no ayuda a que la ocupación hotelera incremente porque llegan con sus familias, mientras que los peregrinos vienen de paso.
“Plateros es un lugar de tránsito, generalmente los peregrinos vienen en una ruta de tres templos: la basílica, San Juan de los Lagos y Plateros, y nos toca ser punto intermedio, por eso aquí no pernocta la gente”, explicó.
Aunque el ayuntamiento se esfuerza por revitalizar el turismo religioso en Plateros con la instalación del Santo Niño de Atocha gigante, hasta la fecha no hay resultados para que el sector hotelero se beneficie.
La instalación es muy reciente, ya que apenas tiene un año; además, coincidió con que estaba la contingencia y la llegada al lugar era difícil por la mala condición de la entrada al cerro.
La inseguridad es un factor, pero de todas formas no impacta de manera considerable al sector hotelero de El Mineral porque no son los turistas recreativos los que se hospedan en el municipio.
Precisó que la mayor parte de sus ocupantes son personas que trabajan en minas, por lo que durante diciembre los hoteles se vacían a causa de las vacaciones.
En el municipio son siete los hoteles que pertenecen a la asociación, son los más grandes; sin embargo, también hay otros pequeños hoteles que ofrecen el servicio.