NORIA DE ÁNGELES. En la misa de cuerpo presente del seminarista José Dorian y su sobrino Tadeo, familiares, amigos y líderes religiosos oraron por la pacificación de Zacatecas y exigieron justicia por el asesinato de ambos.
“Los insensatos, dice la Biblia, creían que al arrebatarnos de este mundo de la manera más violenta habían obtenido el triunfo, sin embargo, el señor Jesucristo nos dice: la muerte no es la última palabra”, destacó Ascencio Martínez Escobedo, rector del Seminario Conciliar de La Purísima.
Al oficiar la ceremonia de este viernes, con esas palabras intentó confortar a toda una comunidad triste y dolida por los hechos trágicos en los que les quitaron la vida al joven y al niño.
En el momento de la oración universal, durante la despedida de este viernes, dos peticiones estuvieron vinculadas a la situación de inseguridad que vive la entidad: una fue para que los asesinos “reconsideren su acción” y se arrepientan de sus actos.
La otra fue para que “la sociedad, que se hace cada vez más violenta y competitiva, recupere la vida en valores morales y defienda el sagrado derecho a la vida”.
Último adiós
Al concluir la misa de cuerpo presente y antes de que cerraran el ataúd del seminarista, le colocaron una estola morada, que es la que utilizan los párrocos en ceremonias religiosas especiales. El obsequio lo mandó el sacerdote de la Parroquia de Valparaíso, quien apreciaba mucho al joven.
En la ceremonia religiosa también participó un contingente de la comunidad Rancho Grande, de Fresnillo, donde el seminarista realizó su inserción pastoral. Más de 30 padres asistieron a la Parroquia de la Purísima Concepción, donde dieron el último adiós.
Seminaristas y sacerdotes cargaron los féretros de los difuntos y llevándolos en hombros salieron de la iglesia para recorrer las principales calles de la localidad.
Al frente de la procesión iba el grupo de danzantes del seminario, del cual José Dorian formaba parte, por lo que en su atad colocaron la vestimenta que él portó.
El cortejo llegó hasta la orilla de la carretera de Noria de Ángeles, donde los seminaristas bajaron los féretros y la comunidad entera vio por última vez a José Dorian y al pequeño Tadeo. Después, las carrozas fúnebres los llevaron al panteón de la comunidad San Diego.
Hechos trágicos
El seminarista fue asesinado en un ataque armado que ocurrió la noche del martes 27 de diciembre, cuando en compañía de otros 10 familiares transitaba a bordo de una camioneta en la carretera a la cabecera municipal de Noria de Ángeles.
Testigos narraron que dos vehículos sospechosos circulaban cerca y que la unidad que conducía José Dorian se orilló en la carretera para dejarlos pasar, sin embargo, desde el interior de éstos le dispararon a la familia, provocando la muerte inmediata del joven.
La camioneta en la que viajaban chocó contra un poste próximo a la secundaria de la comunidad. Las balas también le arrebataron la vida a un niño, Tadeo, sobrino del seminarista quien viajaba en la parte de atrás del automotor.
En los hechos, un hermana de José Dorian fue herida en la espalda y otra menor permanece hospitalizada por contusiones graves.
Homenaje póstumo
De familia religiosa, a los 18 años José Dorian acudió al seminario ubicado en Guadalupe para vivir la experiencia de una semana, la cual se convertiría en su vocación.
Tenía más de siete años formándose en el seminario, le faltaba uno y medio para terminar su preparación como sacerdote.
Durante sus años de seminarista fue catequista en varias comunidades, por lo que en Noria de Ángeles recordaron los mensajes que llegó a dar en eventos religiosos de la parroquia.
“La justicia que pedimos como seminaristas es que este tipo de hechos no se repitan”, afirmaron compañeros de José Dorian, quienes consideraron que las condiciones de inseguridad son delicadas en todo el territorio nacional.
Lamentaron que un joven tan noble, que se dedicaba a predicar la palabra de Dios en las comunidades de su municipio, tuviera un trágico final.
Por ello rogaron por la paz para la entidad, deseando que las autoridades realicen una estrategia de seguridad que incluya a toda la sociedad y llamaron a que ésta se involucre contra el problema de la violencia.