AGUASCALIENTES. El rejoneador Emiliano Gamero firmó una tarde importante a su paso por el Lienzo Charro Mariano Ramos, de Calvillo, Aguascalientes. En su segundo toro, uno de sus caballos resbaló en el centro del ruedo -por la plancha del lienzo- cayendo, y quedando a merced del toro, sufrió un desgarre en una pierna y en la otra se clavó una banderilla. Fue atendido, suturado de la pierna derecha, y con un desgarre en la pantorrilla izquierda, y así regresó para cuajar una faena que conectó con el respetable, dejando pasajes de gran calidad. Saludó en el tercio tras escuchar los tres avisos.
“Di todo lo que tuve, pero fue imposible al final, el toro no dobló y me quedé ahí, con el dolor de ambas piernas y se fueron los trofeos. A mis toros, que fueron complicados, sólo les coloqué sólo un rejón de castigo muy pequeño, porque es lo que yo busco hacer, siguiendo la escuela portuguesa. De verdad fue una actuación entregada y con grandes momentos, estoy contrariado, pero me voy con el cariño de todos”.