Cada año llegan cientos de vehículos con peregrinos a Plateros para visitar al Santo Niño de Atocha, viajan desde todas partes de la República y se unen a las celebraciones de la comunidad; sin embargo, temen que la situación de inseguridad en el estado frene las visitas.
Desde hace dos años que la afluencia disminuyó a causa de la contingencia sanitaria, aunque este 2022 las visitas incrementaron, todavía no alcanzan los niveles prepandemia.
El delegado Guillermo Moreno expresó que se trabaja para recibir a peregrinos y llamó a los comerciantes para no aprovecharse de la situación y encarecer los precios, ya que dar una buena atención es fundamental para garantizar el turismo religioso.
Respecto a lo anterior agregó que las personas están ávidas del turismo, ya que es su forma de generar ingresos en sus hogares, por lo que hay quienes en ocasiones llegan a subir sus precios, por esto pidió evitarlo y recordar que si logran dar un buen servicio, es más probable que se genere más turismo.
Añadió que a partir de diciembre se comienzan a notar las peregrinaciones en la comunidad, particularmente acuden durante el fin de semana.
Las peregrinaciones suelen estar programadas desde meses atrás.
Pese a que están listos para recibir a los visitantes, el delegado expresó que la situación de inseguridad en el estado sí afecta el turismo; sin embargo, se mantienen activos y consideran que si la violencia se calma en lo que resta del mes, no tendrán cancelaciones.
Asimismo, afirmó que la instalación del Santo Niño de Atocha gigante también ayuda a impulsar el turismo, ya que es una atracción que se ofrece a los visitantes, quienes anteriormente sólo llegaban al santuario y se retiraban.