FRESNILLO. Cada año llegan cientos de peregrinos a Plateros para visitar el santuario del Santo Niño de Atocha, provenientes de todas partes de la República que se unen a las celebraciones de la comunidad, sin embargo, temen que la situación de inseguridad en el estado frene estas visitas.
Desde hace dos años que la afluencia disminuyó a causa de la contingencia sanitaria, aunque este año las visitas han incrementaron, todavía no alcanzan los niveles registrados antes de la pandemia.
El delegado, Guillermo Moreno, comentó que están trabajando para recibir a los feligreses e hizo el llamado a los comerciantes para no aprovecharse de la situación y encarecer los precios ya que dar una buena atención es fundamental para garantizar el turismo religioso.