ZACATECAS. Tras la detención de un estudiante por portación de arma de fuego en una secundaria, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló declaró que esta situación es “otro indicador de que la impunidad tiene consecuencias negativas en la formación de las nueva generaciones”.
Aseguró que el ambiente de violencia que actualmente vive el estado se normalizó entre los jóvenes por lo que “se le va hacer normal llevar un arma y llevarla a la escuela y consigo (…) si no pasa nada, da lo mismo traer un arma o no, dispararla o no y esto es descomposición social” expuso.
Advirtió que la mayor parte de las víctimas son jóvenes, así como los victimarios, por lo que llamó a las familias a reflexionar sobre las consecuencias que tiene el desarrollo de los niñas, niños y jóvenes en un ambiente de violencia.
“Ponernos a reflexionar sobre las consecuencias que esto tiene y darle la debida atención en la familia, los compromisos que tenemos en casa, y a nuestro alrededor, no solo es cuestión de los jóvenes, sino de los adultos” enfatizó.
De igual manera exhortó a realizar acciones concretas por parte de las mismas autoridades en las instituciones educativas, en materia de salud, así como de los diputados locales, “porque hay políticas familiares que no favorecen a la familia, hay temas muy complejos y conflictivos que no favorecen, todo esto tiene consecuencias y va creando un ambiente en el que todo se vale, incluso matar a otra persona”.