Copia sustancial
Conocemos los hechos: una ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación está señalada por hacer “copia sustancial” de una tesis ajena, la cual presentó para obtener el título de licenciada en derecho. Esto lo hizo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Quien inició el señalamiento es un crítico del régimen, lo hizo cuando la señalada era candidata a la presidencia de la Corte.
Por supuesto la ministra ha hecho malabares para desmentir la acusación, pero ha ido de tropezón en tropezón, hasta parece que no ha litigado como abogada y da cuenta de cómo desconoce el debido procedimiento para acreditar una inocencia. En el equipo de defensa está la asesora inicial de la ministra –de cuando era una estudiante-, ésta ha presentado documentos y dichos que colaboran para empantanar la acusación e indiciarse como una de las causantes del embrollo.
Aunque ya se acreditó la existencia del robo y quiénes son los actores participantes, el caso va lento –así son los procesos legales-. El quid está en que es tan viejo y prescribible el asunto, como presentes siguen las lagunas en la reglamentación universitaria –de entonces y ahora- que impiden saber cómo actuar ante un plagio y cómo sancionar. Lo impresionante en la esfera pública es que la ministra no da visos de renunciar por decencia o por motivación que detenga el escuece al régimen.
Cuando supe del affaire recordé cómo era el mundo de la escritura universitaria. Entonces no había memorias, nubes y fotocopias, lo que existían eran libretas atestadas de rayones de bic y lápices. Para acceder a los libros era directo: los libros, las clases orales y la transmisión de resúmenes escritos a mano o máquinas, pues no existían pdf o fotocopias. La acusada, para hacerse del “sustancial” contenido, quizá tomó el texto ajeno y lo fue trascribiendo, o más, una ayudante la fue transcribiendo.
Todo esto viene a cuento porque he echado miradas a la legislación de la Universidad Autónoma de Zacatecas y en ella no existen prevenciones, sanciones y procesos para sanciones o defensa en casos de las “copias” de textos ajenos y sean presentados como propios. Es oportuno que en la UAZ comience a cubrir las lagunas ante hechos tan lamentables como el affaire que acongoja al régimen y muy en especial a la Suprema Corte.
2023
El gobierno federal tiene sus razones para declarar y destinar este año –hoy ya con trece días-, para rememorar a Francisco, Pancho, Villa; el asunto va más allá del centenario del asesinato del popular revolucionario. El personaje tiene su calado en la comarca, tanto porque dirigió la hecatómbica batalla de 1914 –la cual influyó en la ‘caída’ del régimen huertista, el sistema económico de la región y generó la emigración sin fin-, como por el estilo de impulsar una de las formas populares de hacer la movilización revolucionaria en una zona el país. Por supuesto, sobre el impulso gubernamental de recordar a Villa, hay entusiastas y detractores, entendidos con desagrado y no, e ignorantes que propalan cuanto les viene en gana. Yo me atengo a la biografía que construyó Friederich Katz; me va más que lo hecho por el escritor megaseller Taibo II. En algún momento de este año volveré al tema.
Otros dos aniversarios, de los cuales apuntaré, son los 150 años de la elevación de las Leyes de Reforma a rango constitucional. Otro son los 200 años del cambio monárquico por el republicano –en ello está de la creación de la entidad, el establecimiento del federalismo, la formación del sistema electoral y la emergencia de la clase política de la comarca-.
En Facebook he ido dando notas sobre 1823. Aunque los textos parecen aludir el presente, van más son sobre la crisis monárquica mexicana. El 3 de enero asenté: “La lealtad se va desquebrajando. Pocos, salvo los beneficiarios directos, soportan y colaboran al gobierno asentado en la Ciudad de México. En todos lados hay conspiraciones y barruntos de rebelión”. Al día siguiente fue: “La distancia política inició por quién nombra el Poder Judicial. Creció la distancia cuando el Ejecutivo proyectó la disminución de integrantes del Legislativo. El legislador por la comarca, el más distinguido, públicamente se arrepentía de su apoyo al Ejecutivo.”
El lunes de esta semana publiqué: “El duque de Sussex dirige la masonería en Inglaterra. Ya luego estará el duque de Kent. Como masón, Sussex conduce suavemente la reunión de logias, relatos, prácticas y personas. Es culto y su biblioteca es vasta para crear relatos en bien de la sacralización de la hermandad. El duque de Sussex es lejano al trono por su matrimonio y sus hijos son igual de lejanos al trono.”
Libros globales
Por cierto, el actual Duque de Sussex está de moda por la serie Harry y Meghan. Y desde antier lo está más por el lanzamiento de Spare (Penguin Random House). La suscribe como Príncipe Harry. El volumen hoy día es un megaseller en la mancomunidad. En castellano el libro va puchando en ventas.
Las confesiones del quinto vástago en la línea sucesora inglesa, vuelve al escenario lo que ocurrió en las décadas de 1820 y 1830, cuando la vida privada de los reyes ingleses se convirtió en un asunto público. En Zacatecas el ascenso de Victoria y el rey anterior, su tío Guillermo IV, fueron comidilla política casi cotidiana, no sólo por las inversiones mineras, sino por notar cómo se hacía gobierno en un país que era referente para los políticos de la comarca.
Otro libro de chismes, muy sonado en las redes y los periódicos impresos extranjeros es Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI de Georg Gänswein (Piemme); él fue secretario del papa Benedicto. En fin, voy mirando los efectos en la prensa y cómo publicitan tal producto. Quién sabe si éste llegue a la comarca.