MORELOS. Cuando su padre don Chuy murió, hace un año, Jaime decidió dejar su anterior vida y retomar el legado familiar, que es la venta de aguamiel, bebida reconocida por los zacatecanos y cientos de visitantes.
Jaime, originario de Hacienda Nueva, se levanta todos los días poco antes de las 05 horas para sacarle a los magueyes el preciado tesoro o bebida de los dioses y, posteriormente acompañado de su burro Francisco, trasladarse a la capital para venderla.
El interés latente es que la venta del aguamiel se mantenga vigente y la tradición no termine. Sin embargo, para que esto sucediera, Jaime debió renunciar a su vida pasada, como empleado de hoteles y restaurantes donde no le iba nada mal.
Nada de ello extraña, ya que si por algo era reconocido su padre, era por su empeño de llegar todos los días alrededor de las 08 horas a la capital a ofrecer la bebida que se considera gran aliado de la salud, al mantener los niveles de azúcar en la sangre, reducir la hipertensión, incluso hay testimonios que ha ayudado contra el cáncer.