MADRID. El matador de toros Sebastián Castella fue sometido a un estudio radiológico tras continuar con intensos dolores, provocados por la fuerte voltereta sufrida el sábado 18 de marzo en el coso de Castellón. El estudio concluyó que presenta una fractura de la apófisis transversa de la vértebra D4.
El accidente ocurrió en la lidia de su primer toro, mientras realizaba un final por circulares al astado de Olga Jiménez, que lo mantuvo prendido en el suelo durante unos segundos. De este episodio se sobrepuso y logró cortar una oreja tras rematar por ajustadas manoletinas la faena y dar una gran estocada.
Castella empezará un proceso de recuperación con el fin de poder restablecer su actividad en el menor tiempo posible.