Este lunes inició el juicio contra Óscar “N”, maestro acusado de violación equiparada agravada contra una niña de la primaria de Sauceda de la Borda, Vetagrande, donde madres denunciaron irregularidades y reprocharon que durante años fueron minimizadas por autoridades educativas.
La pena que solicitó la fiscalía para el docente es de 52 años y seis meses de cárcel, una multa de 12 cuotas y 53 mil 400 pesos por “reparación del daño”
En la sala 4 del juzgado de control, la primera en declarar fue la mamá de la menor y después la propia víctima, mediante uso de medios electrónicos y con el acompañamiento de un familiar y una psicóloga. Ambas declarantes, madre e hija, ratificaron las acusaciones contra el profesor.
Con ellas acudieron un representante de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y otro de asesoría jurídica del Centro de Justicia para las Mujeres, mientras que el docente se presentó con dos abogados.
Años de denuncias
Los hechos denunciados datan de 2018, en la primaria Raúl González Ferniza. La madre de la niña recordó que en al menos tres ocasiones hubo protestas contra el maestro: en 2022, 2019 y 2017. Sin embargo, insistió, las autoridades de la Secretaría de Educación de Zacatecas (SEZ) minimizaron las denuncias.
La mujer recordó que desde entonces hicieron públicas irregularidades señaladas en la escuela, como que el docente, el intendente y el director, identificado como Inés, ingresaban a la institución bebidas alcohólicas y personas ajenas con las que presuntamente realizaban actos sexuales en el salón de cómputo.
Sin embargo, subrayó, el directivo presumía tener “mucho poder” y que por ello no sería destituido. Con esto coincidió otra madre de familia, quien aseguró que también pudo darse cuenta de varias anomalías, pero que las calló por temor.
Descomposición
Además, una ex directora de la primaria relató que llegó al plantel justo en 2018, después de obtener la plaza en agosto. Pero fue destituida en mayo siguiente, según su dicho, por pretender poner orden en el instituto, que calificó como un sitio destruido, abandonado, repleto de basura, un lugar no apto para que niños acudan a clases.
Añadió que pudo percatarse de que los menores sufrían abusos físicos y psicológicos. “La verdad, jamás en mi vida estuve en una escuela con tal descomposición social como esa, que tuviera tales violaciones al reglamento y tantos abusos a los niños que yo vi. Las inmoralidades estaban normalizadas”, expuso.
En esta etapa del proceso también fue llamada como testigo la titular de la SEZ, Maribel Villalpando Haro, quien envió un justificante en el que excusó que, por ser una secretaria de estado, no podía acudir.
Por otra parte, Lucero Aguilera Luna, directora de Capital Humano de la dependencia, explicó su ausencia “por la alta responsabilidad” que tiene dentro de la secretaría y pidió participar por videollamada.
Daño de por vida
Como lo hizo en las protestas cuando tomaron el plantel, la madre señaló al maestro Óscar como presunto agresor de su hija en al menos dos ocasiones, en marzo y abril de 2018, cuando la niña tenía ocho años.
Se enfatizó que el señalado como atacante habría infundido miedo en la menor hasta que, en 2022, ella habló y quiso denunciar para que nadie más sufriera lo mismo.
Esto fue confirmado por la víctima y su madre lamentó que, desde entonces, la estudiante padece múltiples problemas, por lo que recibe atención psicológica y psiquiátrica.
Al docente lo removieron del plantel, pero sería colocado en otro hasta que fue apresado y así permaneció un año. Su juicio continuará este martes con la presentación de más testigos.
Al tener la palabra, la representante de la fiscalía lamentó el caso. Esta niña, recalcó, fue “coartada en su infancia en cadenas de esclavitud que le dejarán daño de por vida”.