La actual concepción de la tauromaquia abre los horizontes a las mujeres, quienes siempre jugaron un papel importante, ya sea como aficionadas, ganaderas o toreras.
Es por ello que en este Día de la Mujer, ofrecemos un texto sobre aquellas que se juegan la vida en el ruedo.
Valor, entrega, sacrificio y muchos sueños también se tejen en este mundo para las mujeres, quienes también dejan la sangre en el ruedo, al demostrar que jugarse la vida va más allá del género.
Su visión e inteligencia dejan huella y la historia siempre les guardará el mejor de los lugares.
La Charrita Mexicana
Una de las primeras mujeres en sobresalir fue María Aguirre, mejor conocida en el argot como La Charrita Mexicana, quien sorprendió a propios y extraños con su particular forma de interpretar el toreo a caballo, además de que lucía siempre espectacular en la colocación de las banderillas.
Su triunfal carrera la obligó a permanecer en activo por más de 30 años y retirarse en 1921.
La Serranita
María Cobián, jalisciense y aguerrida, adoptó el mote de La Serranita, allá por la década de los 50. Logró actuar y forjar su carrera en ruedos suramericanos para después presentarse en Ciudad Allende, Coahuila, un 28 de julio de 1957.
Cobián alternó en diversas ocasiones con Conchita Cintrón La Diosa Rubia del Toreo, dupla que peleó fuerte las palmas a las figuras de la época.
Se retiró en 1973 dejando atrás grandes triunfos, sobre todo en festivales, pues en las corridas formales de pronto existía recelo hacia las mujeres que vestían de corto.
Juanita Aparicio
La última de las toreras de la época dorada fue, sin duda, Juanita Aparicio, considerada un caso verdaderamente excepcional, pues obtuvo los máximos trofeos en la Plaza México, esto, un 25 de septiembre de 1955.
En aquella tarde, la guerrera mexicana sostuvo un mano a mano con la estadounidense Betty Ford, quien también estaba en la cumbre de su carrera, por lo que los aficionados disfrutaron en grande de dicha rivalidad.
La historia menciona a otras mujeres que también figuraron dentro de la tauromaquia nacional; sin embargo, la vida les jugó una mala pasada y las tardes de triunfo y gloria nunca estuvieron de su lado.
Quedan todavía muchas páginas vacías que las actuales toreras pueden llenar, pues parece que nuevamente las mujeres llegaron para quedarse.
La nuevageneración
Cabe mencionar que en la actualidad, y tras la revolución de Cristina Sánchez, surgieron otras toreras como la Maripaz Vega, o en México, con un sello propio, Hilda Tenorio, Lupita López, Marbella Romero, Lulú de la Vega, Paola San Román.
En la actualidad, y como lo vimos el sábado pasado con la novillera Luz Elena González, en Arroyo, tenemos toreras que demuestran que las mujeres juegan un papel importante en la fiesta brava.