ZACATECAS. La labor de servir y ayudar a la población fue lo que motivó a Ana Sandoval Márquez a sumarse a las filas de la Policía Municipal de la capital.
Con sólo 25 años, como mujer se ha enfrentado a las dificultades de la crianza a la par de una vida profesional dentro de una corporación.
Alentada y apoyada por su madre es como Ana ha podido sobrellevar su carrera como policía. “Al principio me llamó la atención ser soldado, pero me daba un poquito de miedo y que me mandaran fuera, un día mi mamá me dijo que reclutaban para policía municipal, realicé mis exámenes de control y confianza y los aprobé”.
Sin embargo, un embarazo repentino frustró su ingreso, pero no desistió de su deseo de ayudar a la gente como policía y aunque reconoció que fue complicado al principio, el apoyo entre mujeres ha sido fundamental.
Un lazo en construcción
“Cuando ingresé a la corporación fue muy complicado, porque me mandaron a un curso de seis meses y mi hijo estaba muy chiquito, por ello no conviví mucho con él, porque los cursos eran toda la semana”, relató la oficial.
Las jornadas extenuantes complicaron el vínculo entre Ana y su hijo, pues el pequeño le ha demandado su presencia, “me cuestionó del por qué cuidaba a los demás y a él no. Le contesté que cuando trabajo yo lo estoy cuidando, aunque no me vea”.
A pesar de las dificultades, la uniformada aseguró que “mi vocación es ayudar a la gente”.