Mujeres
La legislatura de 1912-1914 estaba integrada con 12 diputados. Les acompañan una docena de escribientes, contadores y algo más. Es un espacio político masculino. En mayo de 1913, en los días de calor, cuando es ordinario el paso de las nubes que prometen tormenta y derraman algo de agua, los diputados atendieron dos cuestiones de emergencia: los ataques de los rebeldes a Mazapil, Jerez y Fresnillo; y, autorizaron la creación de un cuerpo de seguridad. Las facciones se manifestaron al debatir la posibilidad de apoyo a particulares que perdieron bienes en la precuela de la guerra civil. En medio de los órdagos políticos, hay un hecho que da cuenta de la sucesión en los cambios culturales. El jueves 22 de mayo, se aprobó el decreto 110. A través de él, se autorizó la adición del presupuesto estatal para contratar a un escribiente.
El hecho tenía nombre: Mariana Elías. Ella se desempeñaba como escribiente meritoria en la secretaría del Congreso. El sábado 3 de mayo solicitó su contratación. Lo hizo después de mostrar capacidad para el manejo de las máquinas de escribir y en la taquigrafía. El pedimento lo hizo ante el gobernador Ceniceros. Equivocada la remisión, el gobernador envió la solicitud al Congreso. Allí leyeron el documento el día 8 y en esa ocasión lo enviaron a las comisiones para su dictamen. El caso fue aprobado y Mariana Elías fue la segunda mujer empleada en el gobierno de Zacatecas.
La primera empleada es Catalina Aguirre. Ella solicitó un empleo al jefe político de Zacatecas. Éste, sin posibilidad de contratarle, la envío con carta de recomendación al gobernador. El ejecutivo sí le proporcionó trabajo. Fue designada escribiente en la secretaría de gobierno. Si la información no falla, fuera del gremio de las profesoras, Aguirre es la primera mujer trabajadora en las oficinas del gobierno estatal.
En el contexto de las rebeliones armadas en contra los gobiernos federal y estatal a las oficinas del jefe político y el gobernador llegaron solicitudes de empleo especial para mujeres: la función discreta de informantes de lo lenguaraz masculino… Sí, hay registro de Mata Haris.
Libros para la instrucción
Otoño de 1912. El vetusto exconvento de Santo Domingo es la penitenciaría del estado de Zacatecas. Allí varios hombres y mujeres purgan sus penas. Lo hacen en áreas distintas. Hay reos del orden federal (por cuestiones de política, rebeliones, fraudes al fisco, deserciones del ejército) y por delitos del orden común (robos, homicidios, adulterios).
Por los afanes ilustrados, modernos, liberales y de rehabilitación de los reos, desde la década de 1890 fueron establecidos talleres de carpintería y una imprenta. Junto al trabajo para la rehabilitación, en la institución es frecuente la recepción de muestras de solidaridad y, al tenor de la época, de actos caritativos. Uno de ellos procede de Virginia Herrera (soltera, vecina de la capital del estado), donó 53 “obras científicas” para la biblioteca de la penitenciaría. Los impresos los recibió el alcaide, el sábado 26 de octubre de 1912.
Lo interesante transcurre a partir de la propiedad. Son de una mujer que sabe leer y escribir. Ella redactó la lista de títulos y firmó la hoja donde expresó “los libros que doy”. Leídos o no por la donante, permite especular que no los quiere más. Quizá sea por el espacio que ocupan. Pero atenuemos la cuestión: toda posesión bibliográfica implica un estatus. O igual, es por el contenido: lo desprecia. Lo sobresaliente es el deseo de que sean leídos por otros.
Títulos y contenido proporcionan una imagen. Es la biblioteca ideal de un profesor de instrucción primaria. Hay ejemplares de gimnasia de salón, química, física, álgebra, aritmética, geografía, pedagogía, derecho, gramática. Sólo 2 están en idioma inglés. Algunos libros obsequiados son traducciones, como la novela Infortunios y amor. La novela de un maestro, de Edmondo de Amici, traducido por Antonio Sánchez Pérez. Entre el mayoritario grupo de textos “científicos”, hay cuatro libros que contienen un perfil totalmente secular. Son Historia de México, de Manuel Payno; Historia universal de F. Vázquez; Historia profana del pedagogo Fernando Castro; e Historia universal de César Cantú (uno de los libro favoritos del fallecido Jesús González Ortega).
Lecturas no cotidianas
Hace días recuperé la cuenta de WhatsApp y con ello he vuelto a tener la amabilidad de varios amigos, quienes me remiten cotidianamente pdf’s de periódicos completos, portadas y síntesis informativas –leo lo que en apariencia lee el común de las elites burocráticas y políticas de la capital del país-. Dependiendo de la hora de envío, revisó los mensajes; algunas ocasiones remito alguna página o el archivo completo para alguien con quien deseo iniciar una conversación. Siempre selecciono textos de opinión para leer con calma en momentos sin interferencias, mi ojeo no tiene filiaciones. Un tema actual, que sigo sin fan acusativo, es el affaire Yasmín Esquivel –cada día hay una chicanada desde su privilegiado puesto y un repudio plural a su permanencia en la Suprema Corte-.
Recuerdo
Recuerdo la familia de la esquina que formaban las calles Jaime Nuno y La Indita. Eran ganaderos y profesoras. Nunca tuve contacto con ellos. Vecinos de ellos era la familia de un obrero. Ahí eran tres hijos, ella estudió enfermería.
Recuerdo cuando la chica caminó por primera vez con su uniforme de enfermera. El paso fue en medio de la calle. El acto era hacer visible el transcurrir del ascenso social, la diferenciación cultural. Los chicos, dos muchachillos, no sé si cuates, estudiaron ingeniería. No eran de mi rodada.
Recuerdo que entre la casa de la esquina y la del obrero, estaba un novedoso edificio: era de dos pisos. Ésta, a diferencia de las otras dos, sí conocí el interior. Este armatoste y la del obrero eran casas de renta, aunque muy distantes de la vecindad.
Aquel día
En el año 44, del calendario romano, el día 15 de marzo era un día de buen augurio. Sin embargo, es recordado más porque en esa data asesinaron a Julio César. Es dable no olvidar la oración “¡Cuídate de los idus de marzo!”. William Shakespeare la asentó en una obra de teatro escrita en 1599.