CDMX. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, informó que su sueldo será entre 114 y 119 mil pesos mensuales, 50 mil pesos menos de lo que ganan el resto de los consejeros electorales.
La funcionaria electoral confirmó que también renunciará a los seguros de separación individualizado y de gastos médicos mayores.
Sin embargo, reconoció, no renunciará al auto, ni a un chofer ni a la prestación sobre alimentos, siempre y cuando sean reuniones de trabajo en las instalaciones del INE.
Aclaró que aún no recibe ningún pago porque la Dirección de Administración está realizando los ajustes necesarios.
«No hay ningún compromiso de carácter político, salvo con mi país, conmigo misma y mis principios de servidora pública, no hay más y sólo por eso se toman esas decisiones, por eso siempre he establecido que las decisiones son de carácter personal», indicó.
Esto debido a que la principal exigencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena ha sido que los consejeros ganen menos que el Primer Mandatario y no tengan prestaciones «de lujo».
En conferencia de prensa, Taddei aseguró que el asunto sobre los sueldos aún debe resolverse de manera definitiva en la Suprema Corte de Justicia, por lo que ella se ajustará a lo que indique el pleno, pero mientras eso sucede, aplicará estos ajustes.
Anunció que todos los empleados de la presidencia del INE también ganarán menos que el Presidente, y sobre sus prestaciones cada quien decidirá.
Taddei aclaró que con esta decisión y la orden de un presupuesto austero no está criticando absolutamente todo lo que existía y se hacía en el INE antes de que llegara.
«No, esa no es la tónica, lo único que estamos comprometiéndonos es a decir ‘no vamos a caer en esta práctica nociva de inflar los presupuestos para quedarnos con el que necesitamos'», agregó.
Defensa de la estructura:
La presidenta del INE insistió en que mientras la SCJN decide el destino final del Plan B, la prioridad de ella será defender la estructura del INE.
Por ello, consideró, si los ministros resuelven que sí es constitucional la reforma electoral, el organismo revisará qué sí y qué no se puede aplicar en el proceso electoral 2024.
«Si el tiempo en el que se da la respuesta es inoperante para el Instituto lo habremos de hacer saber y haremos los trámites correspondientes porque lo que sí no podemos poner en tela de duda es la celebración de las elecciones el próximo 24, con una estructura que garantice el funcionamiento de todos los procedimientos», añadió.
«Habremos de defender una estructura capaz de llevar adelante el proceso electoral 2023-2024, porque en verdad es el proceso más grande de la historia, se combinan nueve gubernaturas, la Presidencia, diputaciones, senadurías, de una manera concurrente en los 32 estados».
Argumentó que ninguna reforma ha descarrilado al INE, y el Plan B, de aplicarse, tampoco lo hará.