José Antonio Guerrero, presidente de la Unión de Comerciantes de Plateros, advirtió que en un año cerraron 100 negocios debido a la inseguridad, por lo que bajó la afluencia de peregrinos al templo del Santo Niño de Atocha, el tercer santuario más importante del país.
Hay 400 locales comerciales en las inmediaciones del templo, pero sólo 200 siguen abiertos. La situación ha golpeado fuertemente al gremio, sostuvo el representante.
Lamentó que varios locatarios han dejado sus negocios para ir a trabajar a las fábricas, porque no existen apoyos de los gobiernos municipal, estatal o federal que les ayuden a invertir en sus establecimientos.
“La gente escucha todo lo que sucede [en Fresnillo], vienen, hacen su vista y se van; algunos que no tienen tanta prisa se van a comer a algún puesto de comida y se retiran”, explicó el también comerciante.
Disminuye afluencia
Guerrero recordó que en cada Semana Santa y Pascua llegaban a la comunidad decenas de peregrinos originarios de Durango, quienes beneficiaban a la economía de la comunidad, ya que alquilaban habitaciones por un día.
Esto generaba un gran movimiento en negocios como hoteles, fondas, restaurantes, venta de imágenes religiosas, dulces y recuerdos, pero desde el año pasado se redujo el número de peregrinos, por ende, cayeron las reservas de habitaciones.
Pedro Gaytán, comerciante y propietario de un hotel en Plateros, ejemplificó que personas que tenían una reservación solicitada con semanas de anticipación comenzaron a cancelar.
“Varios peregrinos que provienen del norte tienen miedo de visitar el santuario de Plateros porque han escuchado que en Fresnillo está muy peligroso; en cambio, se ha notado un ligero incremento en peregrinos que vienen del Estado de México y Ciudad de México, quienes llegan a la comunidad y ven que las cosas están tranquilas”, afirmó.
Pocas expectativas
Con respecto a las ventas, Gaytán reconoció que se mantienen bajas a comparación de otros años en esta comunidad.
“Al menos saca uno para irla pasando por ahí. Hay muchos feligreses que han cancelado la visita, especialmente los de Durango, no se han reportado desde antes desde hace varios meses”, lamentó.
La esperanza es recuperarse económicamente en vacaciones de Pascua, con la llegada de peregrinos de la zona sur, como Charcas y El Barril (San Luis Potosí), así como de Villa de Cos (Zacatecas).
Además, se espera la posible visita de más feligreses del Estado de México y la capital del país, que acuden para el Domingo de Resurrección.
“La gente viene asustada al santuario por lo que ve en las redes sociales y en las noticias”, expuso el comerciante; sin embargo, resaltó que “se está perdiendo el miedo”.
“Están conscientes que donde quiera es igual, aquí viene con fe y les va bien, incluso, los mismos sacerdotes los ponen en alerta para no viajar en la noche o transitar en caravanas”, reconoció Gaytán.
“Los que vivimos en Plateros tenemos todo tipo de riesgos, aunque hay de horas a horas, ya deshoras (sic) de la noche uno no puede deambular en las calles, como a medianoche”, complementó un prestador de servicios, quien solicitó el anonimato.
Agregó que “hasta el momento no se ha visto ningún policía dando rondines”, pese a que el alcalde Saúl Monreal Ávila se comprometió a mandar elementos de seguridad.
Continúan recorridos
José de Jesús López Acosta, rector del santuario del Santo Niño de Atocha, reconoció que mediante los recorridos del Niño Peregrino a otros municipios se ha logrado incrementar el número de feligreses.
Este último fin de semana acudieron a Río Grande, donde tuvieron una afluencia considerable, con la participación de 3 mil feligreses. La imagen estuvo en las parroquias Santa Veracruz, Santa Elena y San Lorenzo.
La comunidad, destacó López Acosta, “va con la motivación de ver al Santo Niño Peregrino y hacen el compromiso de regresar al santuario, ésa es la intención de hacer la visita con la imagen”.
El presbítero reconoció que hay temporadas en las que baja el número de asistentes. “A lo mejor [los comerciantes] no venden lo que quisieran ni se junta la colecta que se necesita para las obras del santuario, pero la gente no ha cesado en su fe”, aclaró.
En cuanto a los hechos recientes de inseguridad, es decir, el multihomicidio en la zona centro y los bloqueos carreteros, el rector del santuario aceptó que sí afecta el flujo de peregrinos a corto plazo.
“Ahora, con esta nueva pandemia [la inseguridad], mucho menos vamos a cancelar las visitas de nuestra gente, habrá quien sí deje de asistir por el temor, pero la gente sigue luchando para acompañar al Santo Niño”, insistió.
Debido a esto, el sacerdote aseguró que pedirán también por la conversión de quienes causan violencia. “No podemos cancelar nuestra oración, hay que pedir por toda esta gente que no ha hecho las cosas bien”.