ZACATECAS. Por primera vez desde la 2019, el obispo de la Diócesis de Zacatetecas, Sigifredo Noriega Barceló realizó el lavatorio de pies durante la eucaristía de la Cena del Señor en jueves Santo.
Cabe recordar que le lavatorio no se realizó en los 2020, 2021 y 2022 a causa de las medidas sanitarias por la pandemia de la COVID-19.
“Los últimos tres años fueron muy difíciles por la pandemia, muy difíciles también por la otra pandemia, mucha gente nuestra, cercana, terminó de repente” puntualizó.
Niños y niñas representaron a los apóstoles de Cristo en esta ceremonia con la que se recuerda la humildad y el servicio como valores católico-cristianos.
Noriega Barceló destacó que con esta eucaristía se inician los tres días más importantes, no solo de la Semana Santa, sino del año, para la iglesia católica.
Monseñor Sigifredo Noriega expuso que el jueves santo es el día que anticipa, prepara e introduce la celebración anual del misterio pascual. Además de que la enseñanza de este día es “afrontar todas las situaciones de la vida, desde la voluntad de Dios”.
“Es un día de alegría, un día de gratitud, un día de esperanza, un día en el que contemplamos el misterio de amor, no lo entendemos cabalmente, pero por eso mismo lo contemplamos. No es un día de tristeza, es un día, sí, de silencio para entrar, aceptar y vivir el misterio del amor” sentenció.
La eucaristía estuvo ofrecida para las personas que por alguna razón han perdido a algún ser querido, en especial por Sofía, hija del presidente municipal de Calera y por el trabajador del que murió la tarde de este miércoles al caer de un andamio en el Ex Templo de San Agustín.