Ciudad de México. La española Iberdrola decidió vender al Gobierno de México 13 de sus plantas de generación eléctrica instaladas en el país, con lo que ahora la CFE controlará el 55.5 por ciento de producción nacional.
La operación por casi 6 mil millones de dólares se anunció ayer, luego de años de presiones del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien anunció la compra como una “nacionalización” eléctrica.
Iberdrola ha enfrentado en los últimos años desde negativas de renovación de permisos hasta multas y acusaciones de promover una reforma eléctrica desventajosa para México y de actuar políticamente con la 4T.
Ahora, la firma decidió vender 12 de sus centrales de ciclos combinados a gas natural y un parque eólico, todos construidos y operados bajo el esquema de Productor Independiente de Energía.
Los activos que forman parte de la operación son las centrales Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California y Topolobampo II y III, junto con el parque eólico terrestre La Venta III, que ya vendían electricidad a la CFE, así como las centrales privadas Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek.
“Hemos entendido cuál es la política energética de su Gobierno y eso nos ha llevado a una situación que sea buena para el pueblo de México y que al mismo tiempo cumpla con los intereses de nuestros accionistas”, expuso Ignacio Sánchez Galán, presidente global de Iberdrola.
“De la forma y manera que el Gobierno mexicano desee… estaríamos deseando y encantados de colaborar con México siempre respetando su política de país”, manifestó el empresario.
Las 13 centrales de generación eléctrica incluidas en la operación tienen 8 mil 539 megawatts (MW) de capacidad, 70.2 por ciento de su total.
Actualmente, Iberdrola México dispone de una capacidad instalada de más de 11 mil MW en 17 centrales de ciclo combinados y cogeneraciones, 693 MW en siete parques eólicos y 470 MW en tres parques fotovoltaicos, con presencia en 15 estados.
Para CFE, implica una mayor presencia sobre todo en el noreste del País, donde su participación pasará de 6.7 a 44.8 por ciento, según lo precisó López Obrador.
Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda, señaló el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) hará la compra de los activos, lo que significa que la CFE no tendrá que endeudarse sino sólo operar las centrales.
Óscar Ocampo, director de la práctica de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad, atribuyó la venta de activos por parte de Iberdrola a una estrategia global de transición energética, pero también al rechazo del Gobierno de México a los productores independientes de energía y a la intención explícita de hacerse del control de éstos. (Con información de Diana Gante y Antonio Baranda).