En cuanto a los abusos de autoridad, nada es más frecuente en este pícaro mundo
No existe nada más liberador, de la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras, que la figura grotesca de Lencho Córdova Latinus y la Señora Católica. Y si de leer se trata, me quedo con William Shakespeare e Ignacio Manuel Altamirano. Cada quien que escoja al que quiera, total, algunos piensan que en México desaparecer una comisión es lo más antidemocrático del planeta (uyyyy qué miedo).
Y sí mis estimados, basta cualquier pretexto absurdo para crear una comisión. Vamos suponiendo que los extraterrestres llegan a México, inmediatamente nuestros legisladores aprobarían la creación de una Comisión de Investigación de los Visitantes de otros Planetas. Rápidamente se aprobaría un presupuesto de emergencia y los partidos se apresurarían a designar al presidente y comisionados, atendiendo siempre a la sagrada paridad de género. Por supuesto que se señalaría el salario que devengaría el titular y los integrantes de la Comisión, así como los respectivos bonos, viáticos, ayuda alimentaria y telefónica. La designación de los integrantes sería a partir del acuerdo entre los partidos y ahí se haría el reparto democrático (uno para ti, otro para mí, otro para aquél y así por el estilo).
En cada entidad federativa rápidamente se formarían comisiones estatales para atender a los alienígenas con algunos cambios en la ley, de manera tal que el presidente de la comisión estatal tendría que tener la bendición del cacique que gobierna, y el resto de personal sería pura gente de su contentillo, con salarios decorosos (of course). Ahora bien, una vez declarado que los extraterrestres vienen en son de paz, en el ánimo de intercambiar conocimientos, la comisión no desaparecería, qué esperanzas, solo cambiaría de nombre: Comisión de Amistad México-Nimbus 234. Mayor presupuesto y más grilla para la designación de integrantes. En cada entidad federativa sucedería lo mismo.
Y si apareciera el Anticristo (según algunas religiones) se formarían comisiones para darle la bienvenida, así como establecer relaciones de respeto y republicanas. Otra comisión más. Nuestro país se ha convertido en la madre de todas las comisiones, donde solo llega algún personaje de alcurnia que se ha destacado en el mundo de la holgazanería y las revistas del glamour ranchero. Se trata de quienes, a falta de inteligencia, conocen al cacique en turno y se han tomado la foto con el personaje del momento. La raza que le chinga al trabajo para posicionar al cacique, segurísimo que va a quedar fuera de la nómina. Ésa es la norma vigente.
Las comisiones fueron el arma política del PRI autoritario para cooptar a miembros de la oposición. En ellas acomodaban a quienes no alcanzaban a conseguir una curul federal o estatal o alguna gubernatura. El chiste para el PRI autoritario era quedar bien con todos (al menos con todos los que sabían hincarse ante el todopoderoso). Salinas de Gortari fue el moderno creador de comisiones (hasta tuvo el descaro de crear la Comisión para el caso Colosio), de aquellas que hoy existen y son auténticas instituciones inútiles (ahí tienen el caso de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por ejemplo). Conforme pasó el tiempo se fueron constituyendo otras burocracias (la CONDUSEF, el IFAI, el IFT, etc.), todos ellos integrados por comisionados que ganan su buena lana y le deben el hueso a algún padrino. ¿Por qué tanta comisión si, por ejemplo, en muchos países de Europa y Sudamérica no existen? Es el pago político a la obediencia y al acuerdo entre las facciones políticas. Y las instituciones que deberían existir nada más no. Pregunto: ¿para cuándo tendremos al Registro Nacional de Ciudadanos y podremos contar con la cédula de identidad ciudadana y así evitar el mal uso de la credencial para VOTAR con fotografía?