Madres y familiares de personas desaparecidas se unieron a la décimo segunda Marcha de la Dignidad, para hacer presentes a sus hijas e hijos, además de exigir acciones específicas para su localización, como la reactivación del Mecanismo Estatal de Búsqueda.
Vestidas de blanco y con el tejido rojo que colectivos han elaborado como parte del proyecto Sangre de mi Sangre, las manifestantes dejaron en claro que “este Día de las Madres no es de lucha, es de protesta”.
Los colectivos Zacatecanas y Zacatecanos por la Paz, Familias Unidas por una Esperanza; Amor, Lucha y Esperanza; así como Buscadoras Zacatecas convocaron a la marcha que este 10 de mayo recorrió el Centro Histórico de la capital.
Avanzaron desde la Alameda Trinidad García de la Cadena hasta la Plaza de Armas, donde madres y familiares de víctimas colocaron en el tejido rojo tan solo una parte de la lista de 3 mil 595 personas sin localizar en el estado, según el registro nacional.
Sin un día feliz
Durante el recorrido, madres, hermanas, tías y más familiares exigieron que se agilicen las acciones de búsqueda. Una de ellas fue María Luisa Zapata Escamilla, quien busca a su hijo de 15 años, Manuel Enrique Solís Zapata, desaparecido el 24 de enero de 2022 en Fresnillo.
La madre explicó que hombres armados entraron a su domicilio y se llevaron a su esposo, Ángel Enrique Zapata, junto con el adolescente; 13 días después localizaron muerto a su marido y a la fecha no hay rastro del menor.
“Para nosotros ya no es 10 de mayo hasta que encontremos a nuestros hijos. Hacemos un llamado al gobierno a que nos apoye a encontrar a nuestros familiares, solo porque somos gente humilde no nos quieren apoyar y a la que es importante la encuentran luego, luego”.
Desde personal administrativo, estudiantes y hasta policías son algunas de las ocupaciones de las personas que ya no están con sus familias.
Gabriela Edith Álvarez Solís busca a su hermano José Francisco, desparecido el 14 de julio de 2016 en Calera de Víctor Rosales, luego de su jornada laboral como agente de la Dirección de Policía de Seguridad Vial (DPSV).
A pesar de que su ser querido pertenecía a una corporación, el apoyo hacia la familia es nulo. Ejemplificó que les exigen el arma que llevaba, “¿pero de dónde?”, reviró.
Las familias coincidieron en que son ellas quienes realizan las investigaciones, “pero no podemos hacer justicia por nuestra propia mano”, reprochó Marina Torres Reyes, madre de Edith Marimar García Torres, desaparecida el 4 de agosto de 2014 en Tacoaleche, Guadalupe.
“Para nosotros no hay justicia, aunque les digamos quién se la llevó, ellos no hacen nada ni por poner paz, ahorita necesitamos paz para todas las personas, queremos paz, aunque sea para nuestros niños más chicos”, reclamó.
Demandas
La principal exigencia de los colectivos es reactivar el Mecanismo Estatal de Búsqueda (MEB). Para ello solicitaron la creación de un grupo amplio de trabajo, “con los enlaces institucionales de los integrantes del MEB con los familiares de los colectivos y otros actores”.
Precisaron que estos deben estar “dispuestos a colaborar como asesores externos que permitan dar seguimiento al proceso de diseño e implementación de una política pública estatal en materia de desaparición de personas”.
Subrayaron la importancia de contar con los recursos necesarios. Solicitaron analizar el presupuesto 2023-2024, sus montos y distribución, para medir los resultados y el impacto logrado en la localización de personas desparecidas.
También se busca apoyo en la convocatoria para complementar la conformación y fortalecer al Consejo Ciudadano en la LXIV (64) Legislatura, además de constituir una comisión legislativa en materia de desaparición de personas.
Otro planteamiento es promover y programar reuniones de los colectivos de familiares con el gobernador David Monreal Ávila, pues insistieron en la interlocución con las autoridades y participar en las decisiones.
“Verdad, justicia, reparación integral y garantía de no repetición. Hasta encontrarles, porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, enfatizaron las familias de las víctimas.
JÓVENES, PRINCIPALES VÍCTIMAS
Everardo Ramírez Aguayo, titular de la Comisión Local de Búsqueda de Personas, puntualizó que dentro de los análisis del contexto que han realizado hay mayor número de jóvenes desaparecidos en Zacatecas, lo que consideran se relaciona al reclutamiento forzado en el crimen organizado.
Explicó que el rango de edad es de 16 a 23 años y los casos se han presentado principalmente en Fresnillo, Villa de Cos, Calera de Víctor Rosales, Morelos y Enrique Estrada. Afirmó que en estas zonas las personas han regresado a sus hogares; sin embargo, se necesitan medidas de protección.
En 2023, expuso Ramírez Aguayo, Zacatecas reporta un total de 102 víctimas que están en calidad de desaparecidas y 129 no localizadas. En una comparación entre 2021 y 2022 se registró una disminución de 33 por ciento, aseguró.
El funcionario argumentó que durante las búsquedas realizadas en el presente año localizaron a 63 personas con vida y dos fallecidas.