A pesar del peligro y del temor, madres buscadoras no paran de investigar para dar con el paradero de sus hijos, ante las deficiencias estructurales de las instituciones que se ven rebasadas.
“Si ellos no hacen su trabajo lo tenemos que hacer nosotras, con el riesgo que implica”, expuso Guillermina Camacho de la Serna, madre de Jorge Alberto Salinas Camacho, desparecido el 24 de marzo de 2017 en la capital del estado.
Como ella, al menos 21 madres y padres de distintas partes del país comenzaron sus búsquedas; sin embargo, las fallas en el sistema de seguridad acabaron con sus vidas y la esperanza de algún día volver a ver a sus seres amados.
La última víctima fue Teresa Magueyal, quien buscaba a su hijo José Luis Apaseo Magueyal desde 2020 y la asesinaron en Guanajuato. Por este caso, colectivos zacatecanos alzaron la voz y este Día de las Madres reafirman su exigencia de seguridad.
“Nunca nos hemos sentido seguras, el amor por nuestros hijos nos hace movernos. Nuestros padres, nuestros familiares, nos piden no exponernos, pero sabemos que las investigaciones de nuestros hijos no las hacen las fiscalías”, lamentó Camacho de la Serna.
Explicó que hay una sobrecarga de trabajo para el personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), pues solo un Ministerio Público tiene a su cargo 700 carpetas, por lo que las familias intervienen para agilizar los intentos de localización.
En su experiencia, Guillermina Camacho aseguró nunca haber tenido una amenaza directa por las acciones de búsqueda; sin embargo, declaró que otras madres han reportado situaciones de riesgo, lo que las obligó a retirarse.
“Hay compañeras que estando en observación de su carpeta ya no regresan a la revisión porque cuando llegan a su casa hay amenazas, muchas se han retirado por eso. Hay muchos que por temor tampoco siguen buscando a sus desaparecidos, incluso no pertenecen a algún colectivo por el temor que tienen”, señaló Guillermina.
En riesgo
El riesgo que viven las madres las obligó a pedir protección a las autoridades. Es el caso de familias de Zóquite, Guadalupe, así como de Nochistlán de Mejía y Villa de Cos, pero no se les ha otorgado, denunció la Asociación Civil Buscadoras de Zacatecas.
Sin embargo, Berenice Vázquez González, fiscal especializada en Derechos Humanos de la FGJE, aseguró que este año no tienen registro de solicitudes de esta índole, pero sí de 2018 a 2022 para dos mujeres, de Jalpa y Guadalupe, quienes recibieron amenazas por buscar.
Destacó que, una vez incorporados los casos en el mecanismo de protección, el estado valora el riesgo o su permanencia cada cierto tiempo y si el riesgo disminuyó o se erradicó, la medida fenece; no obstante, una de ellas mantiene la protección.
La funcionaria reconoció que el contexto de Zacatecas es de peligro para las búsquedas, aunque afirmó que “se han realizado con la seguridad, con atención precisamente a los riesgos que trae aparejada una situación de violencia que sí se genera en el estado, lo que se tiene que hacer es reforzar y prevenir, que no se dé con mayor amplitud”.
Omisiones
El año pasado, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) emitió recomendaciones a la FGJE por casos en que se violentaron los derechos de madres que buscaban a sus hijos.
El 30 de junio de 2016, un joven salió de su casa y no volvió. Su madre interpuso denuncia 20 días después.
Alegó al agente del Ministerio Público que su hijo trabajaba en un autolavado y que, en una ocasión, comentó que le tocó limpiar una camioneta llena de sangre. El dueño del negocio aseguró que el muchacho era trabajador y responsable, pero nunca documentaron su declaración.
La CDHEZ determinó que tres funcionarios de la Fiscalía Especializada para la Atención de Desaparición Forzada de Personas incurrieron en irresponsabilidades. El caso se documentó en el expediente CDHEZ/266/2021 y en la recomendación 52/2022.
En octubre de 2010, una mujer y su esposo denunciaron la desaparición de su hijo. Un mes después se levantó un acta con el agente del Ministerio Público número 10 de Atención Permanente del Distrito Judicial de Fresnillo.
Sin embargo, pasaron tres años y no había avances en el caso por parte del entonces encargado del Departamento de Prevención del Delito, a quien se destituyó por ello.
Para 2016 se interpuso una denuncia formal y en 2019 un funcionario de la fiscalía le informó a la madre que, debido a la carga laboral que tenían, su caso sería remitido de nueva cuenta al Distrito Judicial de Fresnillo.
Las omisiones y descuidos en el caso derivaron en la recomendación 57/2022, del expediente CDHEZ/317/2019.
Nada qué festejar
Este 10 de mayo, las buscadoras denunciaron que “no hay nada qué festejar”, porque en Zacatecas faltan 3 mil 595 hijas e hijos en sus hogares, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno).
“Desgraciadamente hay más personas que se están uniendo a los colectivos, es algo que no queremos, al contrario, queremos que las caritas que están ahí ponerles: localizado con vida o sin, no importa”, pues la lona utilizada desde hace seis años por la organización no se ha modificado, lamentó Guillermina Camacho.
Este Día de la Madres, los colectivos convocaron a una marcha para la localización de sus hijos, la cual partirá de la Alameda Trinidad García de la Cadena en punto de las 9 horas, para concluir a las afueras del Palacio de Gobierno, en la capital del estado.
Guillermina advirtió que nadie está exento a esta situación, por lo que llamó a la sociedad a la empatía:
“Hasta que lo vive uno quiere que el mundo sea pequeñito porque en ese momento es cuando el mundo se siente grandísimo, que no sabes por dónde comenzar a buscar […] únanse a nosotros para que el gobierno estatal y federal encuentre las políticas necesarias para que esto termine”.