ZACATECAS. Janet y Antonio hicieron realidad su sueño de amor: decidieron que su enlace nupcial fuera en Zacatecas, la tierra en que ambos nacieron, pero de la que emigraron hace varios años a la región de California, Estados Unidos.
El novio, Antonio Cabrera, relató que decidieron que la boda fuera en esta tierra de cantera y plata porque “de aquí es mi familia, de aquí venimos, y para mí es una bonita tradición seguir a mis abuelos, que eran charros, originarios de Zacatecas; es un gusto seguir las tradiciones porque a veces se pierden”.
Como un preámbulo a la ceremonia religiosa, montados en alazanes, bayos y tordillos, los novios y los caballeros de honor hicieron una cabalgata por el centro histórico de Zacatecas.
El trayecto cruzó el acueducto de El Cubo, las avenidas González Ortega e Hidalgo, pasaron por el portal de Rosales y el teatro Fernando Calderón, hasta llegar a la Catedral Basílica de Zacatecas. Mientras tanto, la gente estuvo expectante, y algunos grababan el recuerdo con su teléfono móvil.
Los cabalgantes portaban su vestimenta charra en tonos azules, la novia vestida de blanco cruzó el centro de la ciudad capital en una calandria jalada por un caballo percherón negro.
Detrás del novio, el tamborazo interpretaba la Carabina 3030, Gabino Barrera, entre muchas otras. Mientras detrás de la novia avanzó un mariachi que interpretaba La Feria de las Flores.
Antonio recordó que “cuando era niño miraba las películas de Antonio Aguilar, de Pedro Infante, y miraba mucho a mi abuelo cabalgar; toda la familia es de caballo, ¿cómo no casarme charro y seguir esta tradición?”
Antonio llegó a Zacatecas junto con alrededor de un centenar de migrantes para engalanar su enlace con Janet, con los paisajes y las tradiciones de Zacatecas, que se ha consolidado como un destino turístico de bodas.
Antonio es de la región de Calera de Víctor Rosales, y Janet de Ermita de los Correa, en el municipio de Jerez.
Las campanas de Catedral repicaron para anunciar la llegada de los novios. Janet fue la última en arribar a la iglesia, donde la esperaban los caballos en fila.
De esta manera es como Zacatecas se ofrece como un destino de romance, para hacer realidad los sueños de amor con escenarios naturales y una arquitectura de ensueño.