ZACATECAS. La tradición boxística que forjó Jesús Llamas Gamboa está resurgiendo en Zacatecas, con jóvenes pugilistas que reciben las enseñanzas en el nuevo Gimnasio Profe Llamas.
Incrustado en el corazón del Centro Histórico, este espacio de entrenamiento y formación enseña a una nueva generación de pugilistas la técnica que hizo brillar a los boxeadores zacatecanos en la década de los 70’s.
El Profe Llamas aprendió del mismísimo Arturo “El Cuyo” Hernández, quien es considerado como uno de los más destacados entrenadores de todos los tiempos por lo que su herencia sigue viva.
“El boxeo es un deporte fácil, para mentes complicadas” son las palabras de motivación del hijo del Profe, Jesús Llamas, quien mantiene vivo su legado.
Es apoyado por un boxeador en activo, Francisco Ruiz Gutiérrez, mejor conocido como El Chilango, quien entrena y a su vez apoya a los nuevos talentos.
“Aprender y enseñar al mismo tiempo, para mí es como aprender dos veces, por eso estamos aquí en el Gimnasio Profe Lllamas”, afirmó El Chilango.
Desde que llegó a su nueva casa de entrenamiento y enseñanza obtuvo otra visión del boxeo y los consejos de Jesús Llamas lo han impulsado.
Jóvenes promesas
El Gimnasio Profe Llamas renace y empuja a los nuevos talentos como Karime López, del barrio de La Pinta quien entrena al parejo de sus compañeros varones, atiende todas las indicaciones del Chilango y aseguró que llegar al Gimnasio El Profe Llamas cambió su percepción del boxeo.
“Aquí tengo poco tiempo pero he mejorado mi técnica y mi récord, entendiendo que el boxeo es un estilo de vida que ya forma parte de mí”.
Karime quiere seguir en el boxeo, mejorar su récord amateur, pero para eso tiene que dejar todo en los entrenamientos.
Juan Carlos
Juan Carlos Hernández es otro pugilista que recibe las enseñanzas de la escuela del Profe Llamas, con ímpetu por destacar mantiene la disciplina y constancia.
“Aquí vienes y te desahogas de muchas cosas, tienes disciplina contigo mismo, y aquí me siento muy bien porque he aprendido muchas cosas de técnica que en otros lados pues no”.
Charly acude todos los días a entrenar, a correr a La Bufa para luego llegar al gimnasio a seguir preparándose, porque como dice El Chilango: “aquí todos somos como un arbolito, hay que mantenernos para seguir creciendo en esto del boxeo”.