YouTube como recurso en la educación
Durante la pandemia, la educación en línea fue un importante medio para dar continuidad a los procesos de enseñanza y, aunque se han escrito diversos análisis e investigaciones demostrando que el logro de los aprendizajes, de manera significativa, no fue el esperado, es verdad que el uso de plataformas virtuales para transmitir el conocimiento a los educandos ayudó a sortear, en cierta medida, esta complicada etapa.
Vale agregar que lo anterior no solamente contribuyó a evitar suspender el proceso de educación de niños y adolescentes, sino también para que millones de personas en el mundo accedieran a una gama de cursos de capacitación orientados al ámbito laboral y en otros casos a elevar su grado de estudios, puesto que la universidad también transformó sus modalidades de atención para nivel superior y postgrados.
En la etapa que denominamos post pandemia, la oferta educativa para quienes desean obtener un estatus más avanzado en su preparación académica, ya no solamente es presencial o híbrida, existen instituciones cuyos planes de estudio son cien por ciento en línea.
Esto ya existía antes de la crisis de la pandemia, pero al día de hoy se ha incrementado de forma relevante, abriendo nuevas oportunidades para personas que no disponen del tiempo suficiente para permanecer en las aulas, pero que desean actualizarse.
En esta modalidad online es necesaria más que solo trasladar una sesión tradicional a las plataformas digitales, se requiere un diseño de sesiones que sean atractivas para los estudiantes, ya que, si bien de manera habitual uno de los retos más grandes de un docente es mantener la atención del educando la mayor cantidad de tiempo posible, en el mundo virtual este desafío crece exponencialmente, puesto que se sale de control toda aquella actividad que de manera simultánea se está realizando detrás de la pantalla.
Por lo tanto, contenidos creativos, dinámicos y altamente visuales, así como el trabajo colaborativo, son clave para asegurar la calidad del aprendizaje. Uno de estos recursos que tiene potencial es la red social YouTube.
Esta plataforma de video en línea es una de las más populares sobre la faz de la Tierra: para el mes de enero de 2023 tenía más de 2 mil 514 millones de usuarios, solamente precedida por Facebook. (Statista, 2023)
Esta red fue creada el 14 de febrero de 2005, pero desde su creación a la fecha, ha sido objeto de grandes cambios.
Desde la perspectiva de la educación, YouTube no solamente es un importante repositorio de material videográfico en línea que proviene de fuentes confiables, ya que investigadores, profesores, especialistas en temas académicos y diversas instituciones de gran reconocimiento tienen cuentas ahí, cuyo objetivo es difundir sus resultados o incluso sesiones completas de infinidad de temas, que pueden ser aprovechados eficazmente para complementar lo expuesto en clase.
Además, permite que los estudiantes desarrollen contenidos como parte de su aprendizaje y los publiquen ahí, ya sea con fines de evaluación de tareas y actividades, o bien para aportar a las distintas comunidades de conocimiento que se han conformado en esa plataforma a lo largo de los años.
Tampoco se trata de saturar una clase con videos, se precisa de la planeación de temas a desarrollar, incluir otros recursos didácticos y pedagógicos que conviertan una clase virtual en un espacio que motive a los alumnos no solo a permanecer conectados para cumplir con la asistencia (manteniendo la cámara apagada todo el tiempo), sino que participen, aporten, reflexionen y ante todo, asimilen y desdoblen los conocimientos adquiridos, creando.
Lo anterior, puede ser el detonante para que investiguen con mayor profundidad los tópicos analizados en el aula, interactúen con expertos o pares y fortalezcan otras habilidades que hoy son fundamentales, aprovechando la facilidad que tienen para usar las redes sociales, llevándola más allá del entretenimiento.
Y tú, ¿alguna vez has utilizado YouTube para aprender algo nuevo?