La crisis del sistema de salud y su impacto en el desarrollo
En tanto los principales hospitales públicos del estado experimentan en sus estructuras laborales intensos y radicales conflictos políticos, administrativos y burocráticos, en Zacatecas se profundiza la crisis catastrófica de su sistema de salud, con agudas y enormes consecuencias negativas para la sociedad.
Veamos el porqué: si no funciona con eficiencia el sistema de salud pública, entonces, se anula, neutraliza y dinamita el funcionamiento de uno de los dos engranes de la estructura para producir desarrollo, riqueza y prosperidad. El otro es el de la educación de calidad, componente que lamentablemente también está en crisis.
La pregunta obvia que debemos hacernos, es la siguiente: ¿El sistema de salud pública del Estado de Zacatecas, es catastrófico (sí o no) y cuáles son sus características? Describamos esa realidad a través de 10 argumentos y puntos:
- Un sistema de salud es catastrófico cuando sus servicios públicos son limitados y deficientes, lo que obliga por esa razón a que la población acuda a la atención médica privada y debido a los excesivos gastos que se realizan origina el empobrecimiento de las familias, mediante la transferencia de bienes y riquezas individuales a médicos y centros hospitalarios particulares.
- Todos los estudios, datos oficiales e investigaciones especializadas documentan que el sistema de salud de Zacatecas, es uno de los más catastróficos en la República, junto con los de Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Tabasco.
- Según datos del Primer Informe Nacional sobre Evaluación de la Estrategia de Salud 2022, elaborado por el CONEVAL, el 4 por ciento de los hogares mexicanos (poco más de 1 millón y medio de ellos) incurrieron en gastos catastróficos en salud y por lo tanto entraron a un proceso gradual de profundo empobrecimiento.
- Del total de hogares mexicanos que incidieron en gastos catastróficos en salud y se empobrecieron (en el último año) por ese motivo, más de 15 mil hogares son de origen zacatecano.
- El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) documenta que el gasto privado en atención médica aumentó drásticamente, en especial por las limitaciones que han mostrado los sistemas públicos de salud. El 54 por ciento de los mexicanos recibió alguna atención en servicios particulares, en el más reciente año.
- En Zacatecas, el gasto privado global en salud de las familias ascendió a casi 2 mil 500 millones de pesos anuales, cifras que coinciden con los datos del Sistema Nacional de Cuentas Públicas y con los resultados de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Mexicanos (ENIGH).
- El Censo Nacional de Población 2020 registra que el 79 por ciento de la población zacatecana tiene acceso a la salud pública. Eso es cierto. Pero lo que no precisa es que casi el 40 por ciento de ese segmento afiliado al IMSS, ISSSTE y otras instituciones gubernamentales, no los utiliza a plenitud, porque los derechohabientes acuden a los servicios privados, debido a que los primeros no les satisface.
- En razón a que las instituciones públicas no operan con oportunidad, eficiencia y calidad, los servicios médicos privados y los centros hospitalarios particulares, se han convertido en espacios lucrativos de grandes negocios, e incluso algunos de ellos (no todos, porque hay las excepciones), se han constituido en mercaderes promotores de la cultura de la muerte.
- Es claro y evidente que el sistema de salud pública de Zacatecas, por su perfil y características, es catastrófico y fuertemente empobrecedor de la sociedad. Se tiene que modificar su estructura y consolidar un modelo de calidad, que ponga en el centro los principios éticos del servicio.
- Bajo la dinámica y circunstancias actuales, el modelo de salud pública en la entidad, se ha convertido en un accesorio más del motor que produce pobreza, desigualdad y miserias. Y eso se tiene que revertir.
Los pilares de la prosperidad
Dos son los pilares y columnas de la prosperidad de una sociedad: educación de calidad y salud pública eficiente. Sin ellos, no hay futuro alguno alcanzable y que valga.
Permitir que se colapsen esos dos soportes del desarrollo, es derrumbar desde ahora los horizontes del porvenir de Zacatecas, de la sociedad y de las nuevas generaciones. Hay que impedirlo.