Pese a que el gobernador David Monreal Ávila aceptó que la ola de calor y la falta de lluvia han dañado al campo, sobre todo el sector ganadero del semidesierto zacatecano, el mandatario estatal aseguró que “aún hay tiempo y esperanzas antes de hacer una declaratoria de emergencia”.
Detalló que el sábado tuvo una reunión para revisar la situación actual de las presas en la entidad, cuya capacidad ronda entre el 20 por ciento, las más vacías, y arriba de 60 por ciento, las más grandes, como la de El Chique en Tabasco.
Por lo anterior, aseguró que todavía los niveles de los cuerpos de agua aún son aceptables dentro de la temporada de estiaje. Además al monitorear los pozos de riego, todos están trabajando.
En relación al campo, el gobernador precisó que actualmente la mayoría de los productores del estado ya se encuentran listos debido a los apoyos de semillas y fertilizantes, “para en cuanto caigan las lluvias puedan sembrar de inmediato”.
También señaló que aprovecharon que los niveles de agua de algunas presas y bordos están bajos para realizar limpieza de estos y darles mantenimiento preventivo.
Puntualizó que aunque aún no hay condiciones para declarar emergencia en el campo zacatecano, hay que reconocer que ya hay estragos.