SOMBRERETE. Las altas temperaturas han traído una prolongada sequía en el municipio en comparación a otros años, lo que ha dificultado la producción en la zona agrícola más importante de frijol en la entidad, aseguró el alcalde Alan Murillo Murillo.
Las complicaciones de este año se suman a un rezago de 2022, en el que se dejaron de producir en promedio 500 kilos por hectárea, lo que trajo una afectación económica para los agricultores, lo que desmotivó la siembra en Sombrerete.
“Se tienen pérdidas económica importantes en 2022 de al menos 1 mil millones de pesos y si agregamos las lluvias tardías, las altas temperaturas, la eliminación de la financiera rural, las pérdidas económicas y falta de liquidez de los productores en este 2023, hoy prácticamente lo que menos quieren es sembrar”, lamentó Alan Murillo.
Sin ánimos
El alcalde detalló que en el municipio se produce 30 por ciento del frijol de todo el estado y el 10 por ciento a nivel nacional, y no sembrar traerá consecuencias económicas importantes.
Argumentó que los recursos municipales son limitados; sin embargo, han brindado programas agrícolas como el de reconversión productiva por la falta de lluvias, pero el interés ha sido mínimo.
“Fueron alrededor de 200 productores, estamos hablando de al menos 2 mil hectáreas si lo comparamos con 155 mil que se producen en Sombrerete es muy mínimo”, explicó el presidente municipal.
Explicó que esta reconversión de cultivo fue de cebada, con la cual los productores obtuvieron 50 millones de pesos más, en una comparativa con la producción de frijol; sin embargo, continúan renuentes, “muchos de los productores están acostumbrado a lo tradicional (…) pero creo que se deben adaptar a las emergencias climáticas que se están presentando”.