VILLA DE COS. La única forma de que Jonathan Alejandro Fernández Mendoza “viva un poquito más”, es que reciba un órgano. La insuficiencia renal crónica que le detectaron desde hace un año le ha obligado a un ir y venir con médicos y compra de medicamentos costosos, como pan de cada día.
Los problemas de salud del joven de 20 años, originario de la comunidad Chupaderos, se agravaron de tal manera que, si no es con hemodiálisis, que debe recibir tres veces por semana, no vive.
Con la desesperación de la carencia económica para solventar gastos que a veces se incrementan por semana hasta en 10 mil pesos, Nancy Yanet Mendoza Mendoza, madre del muchacho, se enteró de que el gobernador David Monreal Ávila visitaría Villa de Cos este jueves y decidió acudir hasta donde estaría para pedirle ayuda.
No llevaba papeles para demostrar la enfermedad de su hijo, reconoció; por eso lo llevó con ella para presentárselo a Monreal y contarle su historia en un afán de que sepa que “la mera verdad sí ocupamos que el gobernador nos apoye; son tres hemodiálisis a la semana y son cuentas muy altas por pagar; medicinas de a mil 500 pesos y las más caras, casi de 8 mil”, detalló la mujer.
Nancy, quien llevaba también a su hija más pequeña, aceptó que sin una donación su hijo mayor no vivirá; por ello, al no haber más esperanza, ella aceptó que le hicieran los estudios necesarios para ver si era candidata a donadora.
Aunque tiene apenas 40 años, la mujer consideró que ella ya vivió, pero su hijo tiene toda una vida por delante. “No hay más remedio que donar un órgano para que él siga viviendo otro tiempecito”, expresó al momento en que le traicionaban las lágrimas.
Sentada en una de las sillas dispuestas bajo una carpa para tapar el filtrante sol y sofocante calor, la mujer insistió en buscar al gobernador, con la esperanza de abordarlo y contarle su historia.
Al encontrar compatibilidad para donar un riñón, Nancy enfatizó que su hijo ya entró en protocolo de trasplante, pero todo implica gastos, y serán muchos más al final del proceso de estudios.
Detalló que han sido muchos estudios, ya no solo a Jonathan, sino a ella como su madre. Por ello, “busco recibir un apoyo de parte del gobernador más que nada, pues ya no hallamos la puerta”.
Reiteró que son tres hemodiálisis a la semana y gastos en medicinas que deben ir acompañadas con el tratamiento, desde mil 500 hasta los casi 4 mil pesos; en ocasiones se van los 10 mil pesos semanales.
Nancy relató que hay ocasiones en que las citas médicas se le juntan con las hemodiálisis, por ello hay semanas enteras en que todos los días dan vueltas a Zacatecas y es donde se va la mayor parte de los gastos. Su hijo es atendido en la Uneme de Guadalupe, dijo.
“Y de dónde [obtenemos dinero], somos una familia de escasos recursos, mi esposo es peón, ¿usted cree que de peón va asacar para todo esto?”, cuestionó, al tiempo que recordó que si no llueve, su esposo tampoco tiene un trabajo estable.
Además, las comidas también cuestan; “a veces llevamos para echarnos un taco, pero hay veces que hasta que uno llega a su casa, a comer huevo, frijoles, lo que Dios nos dé”.
Por la falta de recursos, Nancy aceptó que hay ocasiones en que alguno de los tres días no puede llevarlo al tratamiento, como pasó el lunes: “el martes en la madrugada empezó a estar malo”; por lo mismo, también deben tener disponibles dos tanques de oxígeno, que se llenan con unos 400 o 500 pesos, ya que el muchacho se sofoca.
“Solo Dios sabe, usted cree que yo voy a tener para todo esto; no está fácil para uno que no tiene de dónde agarrar; está difícil”, más aún cuando la cirugía se aproxime, serán muchos estudios y unos finales de 35 mil y 50 mil pesos”.
Igualmente deberá comprar una vitamina cuyo costo es de entre 6 y 8 mil pesos, como soporte para su organismo, amén de que ya madre e hijo deben llevar una dieta rigurosa indicada por el médico.
Ante ello, insistió que, como madre, Dios le dará licencia de ir a pedir ayuda donde sea, por eso acudió a buscar al gobernador, quien finalmente la canalizó con uno de los funcionarios que lo acompañaba.