MADRID. Daniel Luque cautivó la tarde de este jueves en Las Ventas de Madrid, al protagonizar el vigésimo festejo de abono de la Feria de San Isidro.
Faenas que lo han llevado a dimensionar su toreo, y sin bien, las orejas no llegaron a pesar de las peticiones mayoritarias, ha sido por la negativa del presidente.
Ante su primero, Clase y empaque firmados por Daniel Luque en una faena donde cuajó series portentosas por el derecho.
Las luquecinas ajustadas llevaban el sello del torero sevillano en el colofón de su actuación de la que tuvo petición de oreja no concedida.
Daniel Luque lo puso todo con el sexto del festejo, terminó por inventarse una faena donde plasmó muletazos con calidad. Rubricó con gran estocada. Petición mayoritaria no concedida, bronca al presidente.
Por su parte, Alejandro Talavante en su primero se estrelló con un toro que no ofreció nada, sin fuerza ni transmisión con el que abrevió. Lo mejor llegó con su segundo, vibrante y temerario inicio de faena de rodillas en medio del aguacero, cuajó muletazos en una faena donde prevaleció su valor sereno. Saludó en el tercio.
Al primero de la tarde le faltó fuerza, perdía las manos y Diego Urdiales lo llevó con suavidad, sin forzarle, firmando muletazos con temple, lo mejor con el toreo al natural. Con el segundo, no hubo opción de nada.
Diego Urdiales ante un toro manso
El abre plaza del festejo, Antequerano de 554 kilos de Alcurrucén, para Diego Urdiales. Un quite plasmó Alejandro Talavante por chicuelinas para rematar con una revolera.
Brindis al respetable y muletazos de tanteo en el inicio de faena del riojano, apenas se disponía a torear por el derecho y el toro se le ha colado con peligro.
En la búsqueda por tomar el ritmo, el toro perdió las manos y ha deslucido la serie derechista, en la tercera serie hubo mayor lucimiento, pero el toro continuó acusando su poca fuerza.
Lo cuidó mucho Urdiales, en ese ánimo de no forzarlo, lo intentó por el izquierdo donde al de Alcurrucén le costó aún más embestir, al dejar dos naturales muy templados. El toque y el muletazo llevaron esa suavidad y por eso con lo poco conseguido ha repercutido en el tendido. Regresó a pitón derecho, pero el toro ya se quedaba muy corto. Al final, terminó por rendirse y caer el astado, al que ya le costó una enormidad levantarse. Estocada para escuchar un aviso y palmas.
El cuarto, Flauta de 560 kilos, fue un toro que se rajó desde la salida, marcó siempre su condición de manso al querer huir en todo momento. En la muleta muy descompuesto el toro, sin nada por ofrecer pese a la búsqueda de Diego Urdiales. Lo despidió con prontitud para retirarse en silencio.
La calma de Alejandro Talavante
El segundo, Cornetillo de 590 kilos, para Alejandro Talavante. Tomó la muleta por el izquierdo y el toro también se frenó con ese peligro, por el derecho lo intentó, pero nada ofreció, descompuesto en sus embestidas. Sin más, decidió abreviar, cortando por lo sano. Pesado con la espada, ha sido silenciado.
El quinto, Rompe Plaza de 587 kilos, segundo para Alejandro Talavante. Bajo el aguacero, el español se ha puesto de rodillas para iniciar su faena donde dejó muletazos de mucha calidad. Talavante lo tuvo muy claro, pues el toro con el capote no quiso enterarse y todo indicaba que nada pasaría en la muleta, tuvo el extremeño entonces una entera serenidad, se ha puesto entre los pitones, esperó, y consiguió el lucimiento, ligando una serie por derecho, un cambiado para firmar por el izquierdo.
La entera calma de un torero que quiso expresarse en una obra, donde también cuajó el toreo por naturales, no ha dado un paso atrás, aguantando los parones del toro. Saludó en el tercio.
Un brindis ante la multitud
El tercero, Tonadillero de 570 kilos, para Daniel Luque, que brindó al respetable, en un lleno hasta la bandera. Muletazos por bajo con mando y poder, desgranando una fuerte ovación. Soberbio el temple de Luque que rompió en su faena con una serie portentosa de clase y calidad. El toro tuvo esa nobleza y transmisión que faltaban a la tarde, además la pureza del sevillano se plasmó en cada muletazo.
Con buen ritmo caminó la faena, series muy bien llevadas, alargando el trazo por derecho, y cuando lo intentó por el izquierdo, también dejó buenos naturales, aunque la potabilidad del toro fue por el derecho, tomando la muleta de nueva cuenta con esa mano, las luquecinas aguantando una enormidad fue el colofón de su gran obra firmada en Las Ventas.
Estocada y descabello, con petición mayoritaria de oreja no concedida. Saludando con fuerza en el tercio.
El sexto, Mimoso de 544 kilos, para Daniel Luque, que muy cerca de tablas comenzó su labor con la muleta por bajo. Por el izquierdo algunos muletazos, con un toro deslucido, con el que estuvo muy firme el torero sevillano.
Por el derecho, mando y poder, muy deletreados los muletazos. Al final, ese empaque de su toreo por el izquierdo, en una faena que la ha inventado.
Ficha:
Las Ventas de Madrid, lleno colgándose el cartel de “No hay billetes”.
Vigésimo festejo de la Feria de San Isidro en tarde fría y lluviosa.
Se lidiaron toros de la ganadería de Alcurrucén, con poca fuerza, sobresaliendo el quinto. Diego Urdiales, palmas tras aviso y silencio.
Alejandro Talavante, silencio y salida al tercio tras aviso.
Daniel Luque, salida al tercio tras petición y vuelta al ruedo.