La falta de uniformes no es lo único por lo que padecen los policías viales, pues están obligados a comprar escudos, calzado y hasta los silbatos, porque si se presentan con la indumentaria incompleta, los arrestan. Quejarse no es una opción, explican, ya que podrían darlos de baja.
Según varios testimonios, los oficiales no tienen de otra más que comprar parte de su vestimenta para trabajar. Hace más de un año que no reciben uniformes por parte de las autoridades estatales y presentarse con la indumentaria “a medias” es causa de arresto.
Detallaron que en la última ocasión se les dotó de pantalón, un par de zapatos de charol y su quepí (gorrilla), pero con el uso diario, muchos de estos aditamentos ya son obsoletos.
Personal de nuevo ingreso expuso que tal vez por ser reclutas carecen del equipamiento completo para realizar su trabajo, pues solo se les ha entregado una parte y a algunos se les otorgó indumentaria con logotipos e insignias de la administración de Alejandro Tello Cristerna.
Se autoequipan
Agentes viales, quienes reservaron su nombre, detallaron que para andar “de fibra” tienen que realizar su propia inversión en tiendas externas a la corporación o incluso entre sus compañeros hacer intercambios de uniformes.
Un motociclista mostró una camisa azul con los logotipos de la extinta Policía Federal (PF) y explicó: “la compré en 300 pesos, más el bordado otros 250. La tuve que comprar porque la que tengo ya está descolorida, la tengo desde hace más de un año, pues no nos han dado más”.
Entre mayor es la inversión será mejor el producto, pero es un gasto que no tienen contemplado los policías e incluso tienen que pedir fiado para cumplir y portar el uniforme completo, que puede ser con camisa blanca, azul o caqui, cada uno con diferente calzado y chamarra.
En las tiendas dedicadas a la venta de equipamiento, vendedores de la capital y de Guadalupe expusieron que para que el personal porte su uniforme prestigiado tienen que invertir un mínimo de 150 pesos en una gorra y hasta 8 mil en botas tácticas.
Más gastos
Un agente, que lleva poco más de tres años en la Dirección de Policía de Seguridad Vial (DPSV), estimó que a la fecha ha invertido más de 4 mil pesos para poder tener los diversos uniformes completos.
Aseguró que ha pasado más de un año sin recibir vestimenta por parte de la corporación. Aunque el gasto es mayor cuando se trata de querer salvaguardar su integridad. “Nos mandan a operativos a la buena de dios, sin chaleco y sin ningún tipo de protección”.
Destacó que él mismo tuvo que buscar la manera de equiparse lo más pronto posible para proteger su vida. Para ello debió invertir aproximadamente 7 mil pesos en un chaleco táctico y sus placas balísticas, pues durante los operativos se exponen a que un conductor porte un arma y les dispare.
Los oficiales reconocieron que hay temor para alzar la voz y dar a conocer públicamente las necesidades como agentes activos; quien sea sorprendido, puntualizaron, es acosado laboralmente y ejercen presión sobre ellos para que presenten su renuncia.
Con lo básico
“Con el equipo mínimo requerido trabajan los elementos de Seguridad Vial”, reconoció su titular Oswaldo Caldera Murillo, aunque indicó que poco a poco los dotan de lo necesario.
Contrario a lo dicho por agentes, tanto en la capital y su zona conurbada, Caldera Murillo insistió en que durante esta administración se le han entregado a la corporación patrullas y uniformes para sus oficiales.
Aclaró que parte del equipamiento caduca y “es cuando es necesario hacer cambios”. Reiteró que todos sus elementos tienen el equipamiento básico necesario, que es el uniforme, chaleco y, cuando pasan sus controles de confianza, un arma corta.