ZACATECAS. La tarde de este martes las campanas de las iglesias repicaron a nivel nacional durante un minuto en conmemoración del primer aniversario del asesinato de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, así como por las víctimas de la violencia en México.
Este 20 de junio se cumple un año de la tragedia ocurrida en la Sierra Tarahumara, donde Mora y Campos fueron asesinados.
Fieles católicos acudieron al Centro Histórico de la capital para ser partícipes de este homenaje luctuoso, donde las campanas comenzaron a sonar a las 15 horas, momento aproximado en el que los jesuitas fueron ejecutados.
Sigifredo Noriega Barceló refirió que esta convocatoria fue emitida por el Episcopado mexicano a modo de duelo por los presbíteros que murieron en manos de la delincuencia organizada, y fue decisión de cada templo el hacer sonar las campanas.
Explicó que al ser a nivel nacional este acto es como un recordatorio de que no debemos quedarnos de brazos cruzados y ser indiferentes a la violencia que en algún momento alcanza a todos, y en muchas ocasiones el hábito no está exento la violencia que azota al territorio mexicano.
Detalló que con este acto simbólico se pretende crear conciencia para no olvidar y superar este momento, y no dejar la responsabilidad a otra persona, porque mientras haya conciencia se pueden crear condiciones para vivir en paz.