ZACATECAS. La escasez de agua y la alta demanda comenzaron a hacer estragos en las purificadoras de líquido en la capital y la zona conurbada, tal es el caso de un negocio ubicado en la avenida San Marcos, ya que el pasado martes tuvo que cerrar porque se quedó sin este recurso natural.
Varias empresas purificadoras confirmaron que con la ola de calor, la venta de garrafones se triplicó en comparación con el año pasado.
Antes del aumento de la temperatura, en jornada laboral vendían 70 garrafones, pero en la actualidad es de 180 a 200 por día.
Explicaron que los clientes llevaban de dos a tres garrafones de 20 litros, pero durante las últimas tres semanas venden hasta siete unidades por familia.
Por su parte, trabajadores de la purificadora San Marcos explicaron que desde mayo la producción comenzó a subir, pero en junio el aumento fue considerable. De enero a abril la producción era de 70 garrafones por turno y actualmente rebasan los 100 por jornada laboral.
Clientes del lugar, como el caso de una madre de familia, dijo que en su casa son cuatro personas y con la ola de calor el consumo por semana aumentó de dos a cuatro garrafones.
Por otra parte, la encargada de una tienda de abarrotes de la colonia Alma Obrera detalló que en días pasados batalló para surtirse de garrafones de marcas reconocidas, a pesar de que sí había.
Y tuvo que quejarse con la gerencia de sus distribuidores para que le surtieran por lo menos dos veces por semana. Considera que esta falta de abasto obedece a una estrategia para causar más demanda.
Asimismo, un consumidor de una purificadora consideró que la alta demanda de agua purificada obedece a compras de pánico, pues aclaró que en su casa, donde viven tres personas, un garrafón a la semana es suficiente.
En ese sentido recordó que cuando comenzó la pandemia por la COVID-19 la gente también comenzó a realizar compras de pánico de papel higiénico y es lo mismo que pasa ahora con el agua.
En otra purificadora de la colonia Barro Sierra, la encargada detalló que durante la contingencia el consumo era muy reducido a pesar de que dentro de las recomendaciones estaba el ingerir bastante agua.