CIUDAD DE MÉXICO. «Samantha», «Padme», «Trixi» y «Moira» son un equipo de perros que ayuda a que disminuya la tensión, tristeza y el nerviosismo de infantes que están internados en el Hospital Pediátrico Coyoacán.
Jorge fue uno de los niños que convivió con los animales mientras se encuentra en cama. Aún con su mano enyesada y problemas de movilidad, el menor sonreía mientras «Trixi» jugaba junto a él.
Fue la primera vez que lo visitaron desde que ingresó hace una semana. «(Siento) alegría, es que me encantan mucho los perros», detalló Jorge.
El niño se cayó y se rompió la mano, por lo que lo van a operar y dijo sentir nervios.
Su mamá, Nathaly Pineda, se ha preocupado, pero indicó que se sintió más tranquila tras la visita de los perritos.
«Se desespera porque está aquí y está muy bien, porque como que se olvidan de lo que les pasa y toda la cosa, a mí me gustan mucho los perros y es una distracción para ellos, porque al rato les toca ir a cirugía y entonces como que ya se relajó y ya no está tan tenso», resaltó.
Lidia Méndez es cuidadora de «Trixi» y se emocionó al contar que menores sí mejoran su ánimo cuando conviven con los canes y el de los padres, al saber que se sienten mejor.
«Los reciben con mucha emoción, porque no se esperan ver a un perro dentro de un hospital, los niños entran muy nerviosos y entonces se relajan mucho y pueden hacer la intervención más fácil. Más que nada, brindando sonrisas y atención a los niños», explicó.
Un caso que la marcó es el de un pequeño que estuvo un par de meses en terapia intensiva y al que no podían visitar, pero acompañaban desde la ventana.
«Le sirvió mucho de acompañamiento, porque él se sentía muy solo y deprimido. Estuvimos cuando se dio de alta y pudo por fin salir y tocarlos y la cara y la emoción de que nos agradeció tanto y a nosotros nos dio mucha emoción su evolución», recordó.
María del Carmen Jaimes, directora del Hospital Pediátrico Coyoacán de la Secretaría de Salud, destacó que las terapias con canes cumplieron un año en el nosocomio y buscan proporcionar un ambiente psicoemocional estable.
Los animales van una vez a la semana y deben cumplir con características específicas, como tener todas sus vacunas, estudios de laboratorio y pasar por protocolo.
Selene Velasco
Agencia Reforma